Luego de anunciar un nuevo desembolso del Fondo (aún no oficial), Milei y sus huestes salieron a instalar que endeudarse más “no incrementaría la deuda”. La paradoja numérica también explica por qué el Presidente asegura que la deuda bajó. ¿Cuál es la verdad?

Por Gladys Stagno
El discurso del presidente Javier Milei con el que inauguró el año legislativo el sábado pasado estuvo cargado de afirmaciones sobre los presuntos éxitos de su gobierno en materia económica que han sido objeto de análisis y chequeos durante todo el fin de semana. Sobre todo, porque el alivio no se verifica en los bolsillos.
“La deuda consolidada de la Nación bajó en US$ 30.000 millones”, fue uno de los más llamativos, sobre todo para los que vienen siguiendo los saldos y reservas de las cuentas públicas, que no superan el rojo.
Y es que la contabilidad del Presidente es, como siempre, muy cuestionable. Su método para que la cuenta le dé en baja radica en cuantificar el endeudamiento bruto de la Administración Central, los pasivos del Banco Central (BCRA) y la evolución de las reservas netas. Pero el gobierno de La Libertad Avanza ha traspasado gran parte del pasivo del BCRA al Tesoro, y luego alardear de un presunto saneamiento. La movida sólo traslada la deuda de un organismo público a otro cuyo pasivo, lejos de bajar, se multiplicó.
Sobre el Acuerdo con el FMI – Nueva deuda
– SI HAY AUMENTO DE LA DEUDA DEL TESORO –
Milei sigue MINTIENDO.
Para seguir eludiendo al Parlamento Nacional dice que no hay aumento de la deuda del Tesoro al firmar un nuevo acuerdo con el FMI.
En realidad, el Tesoro estaría… pic.twitter.com/ShKIhABF4P
— Claudio R. Lozano (@Lozano_Claudio) March 3, 2025
Ya en junio de 2024, el analista financiero Christian Buteler, votante confeso de Milei, detallaba en sus redes que “a pesar de lograr superávit financiero en los primeros cinco meses del año, la deuda consolidada entre Tesoro + BCRA subió US$ 53.721 millones”.
Según enumera el economista, la deuda pública a diciembre de 2023, medida en dólares, era de US$ 370.664 millones en el Tesoro y US$ 32.092 millones en el Banco Central (BCRA). En mayo de 2024, la misma ascendía a US$ 435.674 millones en el Tesoro, y US$ 20.803 millones en el BCRA. La diferencia entre el total de ambas llegaba a casi US$ 54 mil millones.
La Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía de la Nación y los organismos internacionales de crédito tampoco contabilizan la deuda igual que Milei. El último informe del organismo que depende de la cartera de Luis “Toto” Caputo, que data de diciembre de 2024, asegura que durante ese año, el primero de la gestión de La Libertad Avanza, el stock de deuda bruta (tanto en pesos como en divisas) aumentó en US$ 96.042 millones.
Más deuda, ¿es menos deuda?
En la misma línea argumental que Milei, esta mañana el vocero presidencial Manuel Adorni aseguró que si el FMI aprueba un nuevo desembolso para la Argentina –que se especula estaría en el orden de los US$ 11.000 millones–, este dinero “no incrementa la deuda bruta, porque se utilizaría para recapitalizar el Banco Central”. Pero que es un dinero que hay que devolver “como toda deuda”.
La respuesta de Adorni en su (ahora semanal) conferencia de prensa responde a otro anuncio que el Presidente hizo el sábado: “Dada la importancia estratégica que tiene este acuerdo para la Argentina, quiero anunciarles que en los próximos días le pediré al Congreso que apoye al Gobierno en este nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”. Luego aseguró que habría una salida del cepo cambiario antes de fin de año.
Rápidamente, y en respuesta a la línea argumental del Gobierno, el economista y presidente de Unidad Popular, Claudio Lozano, salió a advertir: “Milei sigue mintiendo. Para seguir eludiendo al Parlamento Nacional dice que no hay aumento de la deuda del Tesoro al firmar un nuevo acuerdo con el FMI. En realidad, el Tesoro estaría cancelando una deuda intraestatal (con el Banco Central), que se renueva indefinidamente sin condicionamientos y que además no tiene valor de mercado, por un nuevo aumento de la deuda del Tesoro con un acreedor privilegiado como el FMI, el cual además interviene y condiciona el conjunto de la política económica”.
El antecedente al anuncio presidencial fue un tuit de Gita Gopinath, mano derecha de Kristalina Georgieva en el FMI, el último día de febrero. En su cuenta de X, la funcionaria aseguró: “Excelente conversación con el ministro Luis Caputo y el presidente del BCRA, (Santiago) Bausili. Se están logrando muy buenos avances en las negociaciones para un nuevo programa respaldado por el Fondo para seguir mejorando la estabilidad y el crecimiento en Argentina”.
Los especialistas advirtieron que el mismo respondía a un pedido expreso de Caputo ante la suba del riesgo país, que trepó 39% en los últimos dos meses. Y que el FMI, por su parte, demoraba el acuerdo para presionar al Gobierno a realizar una devaluación.
Pero el lunes un mensaje circuló en un canal oficial de WhatsApp que administra el Palacio de Hacienda: “Argentina llegó a un acuerdo con el FMI. Esta semana se anuncia el staff agreement”, comienza.
Los especialistas creen que el apuro por hacer circular esta certeza antes del anuncio oficial por temor al desplome de las acciones argentinas que se cotizan en Wall Street (ADRs). Tras el mensaje extraoficial, las ADRs registraron una fuerte subida.
Manuel Adorni es el primer funcionario del gobierno en confirmar que Argentina va a TOMAR DEUDA con el FMI (estan tomando deuda, para pagar deuda)💀💀💀 pic.twitter.com/IH4mc6HbwJ
— Mati Aromi (@MatiAromi) March 5, 2025
Estos movimientos van en línea con una advertencia llamativa que Milei deslizó en la Asamblea Legislativa tras asegurar que habría acuerdo con el organismo internacional de crédito: “Tampoco significa que no vaya a haber volatilidad”.
El rumor es que, para aprobar el desembolso, el FMI le pide al Gobierno que libere el cepo y permita la libre flotación del tipo de cambio, con el fin de dejar de licuar reservas del Central como viene ocurriendo. En la Argentina, históricamente, esto ha significado una sola secuencia: devaluación – inflación – licuación de los ingresos.
“Más deuda para más ajuste, la historia de siempre que augura el final de siempre. Y el Parlamento ¿qué hará? ¿Nada?”, se preguntó Lozano en su comunicado. Habrá que verlo.