La producción en la planta Ternium de San Nicolás está en un nivel mínimo. Hay un esquema de suspensiones que desde la firma ya evalúan ampliarlo al doble. El freno a la obra pública, la importación de línea blanca y de automotores los principales motivos.
La prometida reactivación de la producción parece no llegar a la planta que Ternium tiene en San Nicolás, Provincia de Buenos Aires. En ese marco, lo producido está en niveles de un mínimo histórico y empieza a tener impacto potente en el empleo.
“La situación se agrava mes a mes. Pasamos el verano gracias a que la empresa no contrato al personal temporario que cubre vacaciones. Eso por un lado y los retiros voluntarios por otro, que se produjeron sobre todo en el área de Mantenimiento y no fueron remplazados”, aseguró Edgardo Holstein, secretario adjunto de la UOM nicoleña que conduce el histórico Naldo Brunelli en declaraciones a Página/12.
Y agregó: “Pero muchos volvieron de vacaciones y con este nivel de producción tan bajo no tienen tareas”.
La planta, con capacidad para producir unas 150 mil toneladas mensuales, lleva meses trabajando a media maquina. El freno a la obra pública, la importación de línea blanca y de automotores los principales motivos a los que se suma la caída de consumo.
Actualmente, hay 56 suspendidos y la empresa anunció que probablemente se suspenda una cantidad similar a comienzos del mes próximo.
Como ahora la caída de demanda más fuerte se observa en el sector de laminados, se decidió que las suspensiones sean rotativas y los trabajadores de esa área realicen también otro tipo de tareas.