La Comunidad Indígena Punta Querandí organizó el pasado sábado una noche de fogones hasta la salida del sol del domingo que marca el inicio de un nuevo ciclo. El solsticio de invierno, caracterizado por ser la noche más larga de todo el ciclo, es considerado el verdadero “año nuevo” para muchas culturas indígenas de Sudamérica y recibe distintos nombres según cada nación originaria: We Tripantu (Mapuche), Diuí Inambí (Querandí), Inti Raymi (Quechua) y Willka Kuti (Aymara), entre otros.
Durante la noche se realizó una recorrida por el territorio de Punta Querandí y por el museo donde se recuperan las memorias de dos décadas de lucha. La conformación de la Comunidad Indígena Punta Querandí se inició a partir de la aparición de restos arqueológicos que hicieron visible la destrucción de enterratorios milenarios por el avance indiscriminado de los barrios privados de “Nordelta” y “Villa Nueva”, los cuales arrasaron los humedales continentales en una zona ancestralmente habitada por querandíes, chanás y guaraníes.
Desde Punta Querandí propusieron pasar toda la noche al lado del fuego para acompañar a la naturaleza en la renovación de su ciclo en el hemisferio sur y a la vez fortalecer mediante el diálogo en tiempos críticos donde avanza el autoritarismo, la negación de derechos y la persecución política.