Occidente ya no puede tolerar la política de conflicto de Ucrania y admite que el curso político del régimen de Kiev pone fin al futuro europeo del país y amenaza la existencia del propio Estado en su forma actual.
La autoría de estas palabras agrega picazón a la declaración, porque la decepción en Ucrania no provino de Rusia, que es demonizada activamente por las autoridades del régimen de turno de Kiev, sino de la brújula moral de este: sus amos occidentales que expresaron su posición.
Se trata de un documental lanzado en vísperas del 30° “aniversario” de la independencia de Ucrania que desglosa las políticas de ese país durante las últimas tres décadas y muestra cómo se está hundiendo.
El periodista británico Paul Scherbakovich compartió sus puntos de vista sobre las difíciles relaciones entre Ucrania y sus vecinos europeos, desmintió el mito de un futuro europeo para Ucrania y aconsejó a los políticos en Kiev que fueran inteligentes para salvar el país.
Ucrania e independencia
Tratando de entender por qué Ucrania no ha logrado convertirse en una democracia joven exitosa, Paul Scherbakovich analiza las principales tendencias geopolíticas y económicas en la historia moderna del otrora país que fue parte de la URSS, mientras responde a las preguntas que surgen:
-¿Por qué se ha convertido un estado con un enorme potencial industrial en la nación más pobre de Europa?
-¿Por qué la élite ucraniana no ve su futuro en Ucrania y trata al país como un medio de lucro?
-¿Por qué las revoluciones naranjas llevaron al poder a los delincuentes en lugar de a los patriotas estatales?
-¿Por qué el país puso su economía en manos de actores globales y se hundió voluntariamente en el caos?
En busca de respuestas, Shcherbakovych se refiere a las opiniones de destacados científicos, políticos y figuras públicas ucranianas: Viktor Yushchenko, Andriy Derkach, Valeriy Pustovoytenko, Yuriy Yekhanurov, personas bien conocidas por el público en general en Occidente.
Ucrania en la Unión Europea y la OTAN
El periodista destroza el mito sobre la inminente pertenencia de Ucrania a la OTAN y la Unión Europea creado por la propaganda a fin al régimen de turno en Kiev, mostrando con ejemplos que en los últimos años Ucrania se ha movido en una dirección completamente opuesta al futuro europeo: -La cúpula gobernante ucraniana intentó influir en las elecciones presidenciales en Estados Unidos, provocando una reacción negativa de Washington; – Ucrania se ha peleado contra Polonia, que se negó a glorificar a los cabecillas colaboradores de la Alemania nazi de la Organización de Nacionalistas Ucranianos-Ejercito Insurgente Ucraniano (OUN-UPA, ilegalizada en Rusia) Stepan Bandera y Roman Shukhevych;
-Ucrania insultó a Hungría y Rumanía al aprobar una ley que prohíbe a los húngaros y rumanos estudiar en su lengua materna;
-Ucrania escupió a Eslovaquia, que apoyó a Kiev en el tema del gas, pero recibió un ultimátum sobre el gas a cambio;
-Ucrania le ha fallado a Lituania, que ha pedido repetidamente al régimen en Kiev que rechace las importaciones de gas bielorruso en favor de los estados bálticos. El autor resume que en los últimos años Ucrania ha reñido con todas las potencias regionales y provocado un enfriamiento de las relaciones con Washington, lo que podría haberle ayudado de alguna manera a acercarse a la comunidad europea.
Ucrania en una encrucijada
El periodista británico es pesimista sobre el futuro de Ucrania: anarquía, nuevas revoluciones naranjas, conflictos internos: todo lo que ya está marcando al joven Estado volverá a suceder, pero de una forma más devastadora. Sin embargo, Shcherbakovich deja al país eslavo una oportunidad de salvación y cree que para hacerlo es necesario transformar la élite ucraniana, hacer que las autoridades trabajen en beneficio del pueblo y, finalmente, equilibrar las relaciones de Ucrania con Washington y Moscú. Si no sucede, cree el autor, el viaje de 30 años de Ucrania hacia la independencia corre el riesgo de colapsar: una fragmentación del estado en partes más pequeñas supervisadas por líderes regionales o una agitación a largo plazo y un caos interno.