Fueron días en que la estigmatización de las zonas populares, sirvió para ver a lxs que se resistían como delincuentes, tal es que a los asesinados les difundieron sus antecedentes penales en tiempo record propagado por la prensa para que así la población no se solidarice con ellos ni con sus familias. Curiosamente es cuestión de dinero y vara, para evitar ser llenado con antecedentes penales o ser procesado cada vez que se es detenido, sea cual sea el motivo.
No faltó aquellx buenx ciudadanx que pidió que maten a los revoltosos y que además hubieran entrado con tanques de guerra para eliminar a toda esa gente que no dejaba que lima progrese, porque Lima y su Progreso no podía parar en ese entonces.
Luego de eso, quedó un trauma en la mayoría de las personas de la zona, al punto que casi no hablaban con periodistas independientes cuando ocurrió el desalojo del 2014, 2 años después de la matanza del 2012.
A pesar de esa matanza que queda en el curriculum de la Alcaldesa Susana Villarán, casi nunca fué condena moralmente por la sociedad, más solo fué condenada (y hasta legalmente) cuando se enteraron que Villarán recibió dinero de Odebretch para su Campaña del NO. Es decir la vida no vale, pero el dinero sí, y peor si esas vidas son de personas de zonas populares que para la sociedad son potenciales delincuentes. Ya nacieron con ese rótulo.
La intención del Progreso que les reprimió y sigue reprimiendo a lxs que quedaron, es desaparecerles para que al fin el Emporio Comercial de Gamarra pueda crecer y hasta tener en el Cerro San Cosme (señalizado como foco infeccioso de Tuberculosis) un lugar turístico con mirador incluído, fruto de la Gentrificación para que lxs visitantes puedan al fin pasearse por esa zona antes considerada muy peligrosa. El mismo destino tiene la otra zona catalogada como peligrosa: Barrios Altos.
Pero esta repercusión a la precariedad porque les daña la imagen de sus ciudades pulcras y ordenadas y los bolsillos del Estado y del Privado, no son exclusivas de Latinoamérica, sino de todo el mundo.
*Enlace de la revista en PDF que se ha realizado a modo de relato, y con la espera que no quede en el olvido*