Cuando en 1983 volvió la democracia a la Argentina, luego de la larga noche de la dictadura cívico-militar, las organizaciones indígenas de la Ciudad de Buenos Aires, que ya veníamos trabajando desde tiempo atrás, vimos la necesidad de mostrar nuestras demandas en forma pública. Por eso, el 12 de octubre de ese año decidimos marchar de la plaza Congreso por Rivadavia y Avda. de Mayo. Pudimos llegar hasta la Avda. 9 de julio, porque la Asociación Amigos de la Avenida de Mayo, que venían festejando el Día de la Hispanidad nos impidieron pasar. Ellos celebraban todos los años por esa época, ese día con cantos y danzas tradicionales del reino de España.
Así que doblamos a la izquierda y regresamos por Avda. Corrientes y Callao, al revés de cómo se hace en la actualidad. Ese año, los organizadores de la marcha fuimos quienes militábamos en el Centro Kolla (CENKO) con sede en Avda. Corrientes 1872. A partir del siguiente año, esta manifestación pasó a ser autoconvocada, porque la gente que nos acompañó y se solidarizaba, indígena o no, venía convencida y se unía a nosotros en la plaza para marchar. Desde entonces y acompañados por distintas bandas de sikuris, la marcha del 12 es infaltable.
En ese tiempo el 12 de octubre se llamaba todavía Día de la Raza. Pasó el tiempo y en el 2010, se cambió la denominación por el “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”.
Lamentablemente el cambio de nombre no fue un cambio real en la vida de los Pueblos Originarios de este país. No hubo ni hay verdaderas políticas públicas que tengan en cuenta los derechos peleados, conseguidos y reconocidos por la Constitución, Convenios internacionales y mucha legislación. La realidad es que cada vez más los territorios y los bienes naturales de los pueblos originarios son motivo de conflicto debido a las ambiciones de quienes quieren obtener ganancias en territorios indígenas.
Hoy existe todo tipo de conflictos: en el plano territorial, educativo, sanitario, laboral, etc.; cada vez nuestros pueblos están más amenazados, pero también es cierto que cada vez hay más resistencia, más organización y más conocimiento para enfrentar a los poderes políticos y económicos que quieren quedarse con nuestras tierras, nuestros bienes naturales y culturales y todo aquello que hemos venido trabajando y conservando como
legado de nuestros ancestros.
Así que hoy, a 35 años del comienzo de esta marcha de la resistencia indígena en Buenos Aires, decimos acá estamos, seguimos de pie y caminando hacia el futuro.
Angélica Mendoza y Luis Romero, ex integrantes de CENKO (1980-1988)
Actualmente parte del Equipo Pueblos Originarios del SERPAJ
Fundación Servicio Paz y Justicia con Status consultivo ante ECOSOC y UNESCO, ha sido reconocida con el Premio
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