
Grietas profundas y alertas selectivas en la mesa del poder
Kicillof y Larreta y un encono que crece desde hace 15 días. Tras la revuelta policial, las sanciones no se van a anunciar formalmente como el aumento. Van a llegar con el correr de las semanas a quienes ya están identificados como instigadores de la insubordinación.
Aquellos llamados cordiales del inicio de la cuarentena y el whatsappeo casi diario entre Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta ya se habían interrumpido el viernes 28 de agosto, cuando se vieron por última vez. Tras esas dos horas en Olivos a solas con Alberto Fernández, mientras el auto oficial porteño volvía por Libertador y a la mesa larga se habían sentado a picar algo Sergio Massa y otros funcionarios, el gobernador no pudo contener la indignación.
-¡Este tipo está loco! ¡Es un pelado asesino!
El...