El Fondo ¿ya ganó? ¡Fuera el FMI!
Como era previsible, después de las PASO el gobierno devaluó el peso, una exigencia del FMI como requisito para aprobar el mini-acuerdo negociado semanas atrás y desembolsar el nuevo préstamo de U$S 7.500 millones. El oficialismo justificó la devaluación del 22%, presentándola como un triunfo en la negociación con el Fondo, quien reclamaba un salto mayor. Asimismo, explicó que la devaluación funcionaría para estabilizar los precios hasta terminar las elecciones. Sin embargo, en pocas horas el alza del dólar comenzó a trasladarse hacia los precios, alimentando la inflación y golpeando los ingresos de los sectores populares. Las medidas compensatorias son insuficientes, con lo cual se trata de un ajuste brutal para quienes vivimos de un ingreso en pesos. Más que nunca resulta...