El gobierno de facto de Bolivia construye el enemigo interno
Con la narrativa de la amenaza de "grupos violentos locales y extrajeros" legitiman la represión.
El ministro Murillo dijo que la autoproclamada presidenta Jeanine Añez no había podido viajar a su departamento natal, Beni, por las amenazas contra ella. “La presidenta es un objetivo militar, nuestras familias son un objetivo militar”.
Arturo Murillo, ministro del gobierno de facto de Bolivia, es el encargado de construir una de las narrativas más peligrosas del golpe de Estado: la del enemigo interno. Su discurso ha venido en un proceso de señalamiento que cuenta con dos elementos centrales, por un lado, fabricar un enemigo imaginario y peligroso, y por el otro, victimizarse.
Esa construcción escaló un nuevo paso el día lunes cuando Murillo señaló que la autoproclamada...