Los últimos relevamientos del ISEPCI hablan de un incremento del 2,74% en los alimentos básicos con respecto a junio. Mientras, los aumentos a jubilaciones y asignaciones universales por hijo, sólo llegan a cubrir el 20% de la suba en la canasta.
Redacción Canal Abierto | El último relevamiento sobre el incremento en los alimentos realizado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, indica un incremento de 2,74%, dos puntos por arriba del mes anterior.
Según el Índice Barrial de Precios en diciembre pasado el valor de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CAB) para una familia de dos adultos y dos niños/as ascendía a $ 6.144,98. En julio la misma familia necesitó $ 7.726,94 para cubrir esos gastos, lo que implicó un incremento de $ 1.581,96, alcanzando un 25,74% en siete meses.
Para Isaac Rudnik, director del ISEPCI, “esto confirma que el aumento de los productos de la canasta básica están siempre por encima del aumento de los alimentos en general que mide el Indec, y siempre hay diferencia de varios puntos entre ambas mediciones”.
Al mismo tiempo, Rudnik adivirtió: “Este dato no es suficientemente considerado a la hora de discutir paritarias, porque se instala el dato de la inflación en general, pero para los salarios más bajos, el elemento central debería ser el aumento de las canastas básicas”.
Por otra parte, el informe señala que a fin de 2017 la Asignación Universal por Hijo (AUH) era de $ 1.412, y en julio sumó $ 166 más, lo que la llevó a $ 1.578. Esto significó una suba de 11,75%. Si los dos hijos reciben la AUH, esta familia estaría cobrando $ 332 más que a fines del año pasado, que cubrirían apenas el 20% del aumento de los alimentos.
“Con una inflación de alimentos de más del 25%, contra un aumento otorgado a estas remuneraciones mínimas por debajo del 12%, lo publicado ayer por el Indec, que marca el deterioro de los salarios en los últimos meses. Hay una diferencia que ronda los 14 puntos”, manifestó el director del instituto.
Entre los productos que más aumentaron en estos siete meses de 2018 se encuentran la harina (+84,62%), huevos(56,67%), pan (55,83%), cebolla (53,33%), naranjas (+47,06%), espinazo y pescado (40%), carne picada (33,33%) y pollo (32%).
“Lo más preocupante de esto está en la perspectiva, porque es muy probable que esta situación se acentúe. Hay un congelamiento de la obra pública, lo cual golpea fuertemente a los sectores más vulnerables. La construcción es un espacio de oferta de empleo fuerte para ellos, por lo cual el panorama no es de recuperación de poder adquisitivo, sino que se plantea una expectativa de profundización del deterioro de los ingresos de este sector”, finalizó Rudnik.