Al filo de la media sanción de la ley de Presupuesto, la idea de gravar a ambos sectores, exentos en Bienes Personales y Ganancias surgió como una posibilidad cierta. Pero el oficialismo dio marcha atrás, temeroso de perder aliados, y prefirió recortar salud y educación, entre otras áreas sensibles.
La media sanción que obtuvo el Presupuesto 2019 -discutida por horas, rechazada por la sociedad y defendida por las fuerzas de seguridad a base de represión en las calles- se obtuvo dentro de la Cámara baja gracias a las negociaciones que significaron tiras y aflojes con gobernadores, empresarios y dirigentes de todo tipo.
En esas conversaciones, hubo dos sectores que lograron sostener sus privilegios incluso en un contexto donde se verán severamente recortados presupuestos como los de salud y educación.
El primero fue el campo. En ese sector, el Gobierno amenazó con afectar sus intereses al imponer el impuesto a Bienes Personales sobre los inmuebles rurales, que hasta ahora se encontraban exentos. Pero gracias a la fuerte presión que ejercieron los empresarios agropecuarios –tanto de la Sociedad Rural como de la CAME y la Federación Agraria-, el oficialismo reculó. Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, salió a aclarar que “los inmuebles rurales en poder de personas físicas seguirán exentos de Bienes Personales”. Los que estén en manos de sociedades ahora pagarán una alícuota del 0,25%.
Los otros que mantuvieron sus privilegios fueron los magistrados. A eso de las 6 de la mañana, surgió la iniciativa -de la mano del justicialista puntano Augusto Alume- de modificar el revalúo por inflación que, en la práctica, significaba hacer que el Poder Judicial pague el Impuesto a las Ganancias.
El proyecto fue presentado hace días por el radical Luis Borsani y pretendía modificar el artículo que exime a empleados y magistrados judiciales de esa carga impositiva.
Según afirma Noelia Barral Grigera en El Cronista, el presidente del bloque del PRO, Nicolás Massot, sorprendió a todos cuando aceptó rápidamente. Pero la diputada cordobesa Alejandra Vigo se quejó de que eso “no estaba acordado” y generó una discusión hacia adentro del interbloque Cambiemos que terminó con el cambio de opinión al bahiense. “Tenemos que priorizar la palabra y los acuerdos”, dijo. Y salvó a los jueces sobre el gong.
Fuente: http://canalabierto.com.ar/2018/10/25/todos-ajustados-menos-el-campo-y-los-jueces/