La primera semana de diciembre se realizó el encuentro “Diálogo Interamericano” entre activistas y abogadxs LGBTI+ en Washington donde se debatió sobre el estado de situación de los derechos y los obstáculos de los últimos años. Si bien ha habido algunos avances a nivel legislativo, también está impactando mucho la llamada “ideología del odio”, con grupos del tipo “Con Mis Hijos No Te Metas”.
“En los últimos 7 años, en todos los países de la región, con excepción de Paraguay y algunos del Caribe, se han visto avances en materia de protección de derechos de personas LGBTIQ+”, dijo Fanny Gómez, directora senior de Apoyo a los Derechos Humanos de Synergia-Iniciativas para DDHH, al abrir un encuentro organizado por The Dialogue (Diálogo Interamericano) en Washington. Este centro de análisis e intercambio político con foco en América Latina y el Caribe convocó a algunos activistas y abogadxs de la región a un intercambio sobre “Defensa de los derechos LGBTIQ en América Latina: obstáculos y avances en leyes y cultura”. Además de Gómez, participaron Carlos Quesada, director y fundador del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (International Institute on Race, Equality and Human Rights); Braham Banegas Molina, de Cozumel Trans (Honduras); Iván Chanis Barahona, presidente de Fundación Iguales (Panamá).
A pesar de los avances, las violencias contra LGBT+ no disminuyeron
“Algunos fueron avances tímidos, como pronunciamientos por parte de ministros ante el asesinato de una persona trans. Otros, medidas más abarcativas como leyes de Identidad de Género o Matrimonio Igualitario. Pero esto no significó que haya disminuido la violencia contra las personas LGBTIQ+”, advirtió Gómez.
Existen fuertes brechas entre conquistas legislativas y violencias cotidianas
“Existe una brecha entre el marco legislativo y la vida de las personas LGBTIQ+, que suele estar plagada de situaciones de violencia y discriminación, más allá de los marcos normativos que tengamos en la región. Incluso en países donde hay leyes, se continúan verificando altos índices de violencia”, dijo Gómez.
El avance de “ideologías del odio” pone en riesgo la vida de personas LGBTIQ+
“Los avances llegaron acompañados de un reciente crecimiento y fortalecimiento de mensajes a los que llamamos “ideología del odio”. Estos mensajes promotores de odio e intolerancia están siendo promovidos por grupos antiderechos”.
“Si bien es cierto el ataque a los avances recientes, que hemos tenido en ideología de genero, está documetado que en Brasil estos grupos operan desde hace más de 30 años”, recordó Carlos Quesada, director ejecutivo y fundador de International Institute on Race, Equality and Human Rights. “La Iglesia Universal de Dios ha venido invirtiendo y exportando esta ideología de odio. Tienen escuelas de capacitación para políticos, con senadores que han ido a formarse. No es nuevo, pero en los últimos 7 u 8 años se ha visto el impacto de esa exportación del odio, alimentado por dinero del norte¨.
“Estamos viendo cómo muchas organizaciones, algunas basadas en EEUU o España, están exportando el odio e instalándolos en nuestras sociedades latinoamericanas”, dijo Gómez, en referencia a las marchas organizadas bajo el lema ¨Con mis hijos no te metas”.
“En muchos países de la región, el campo de batalla ha sido el marco educativo de educación sexual integral. Se tergiversan los mensajes, para hacer creer que esta perspectiva busca corromper a la niñez. “Esto tiene un impacto muy específico en relación con personas LGBTIQ y defensoras y defensores de ddhh. La vida de elles esta en riesgo por la violencia de estos grupos”, expresó Gómez.
“No son grupos conservadores, son antiderechos”, agregó Iván Chanis Barahona, presidente de Fundación Iguales.“Es una estrategia que trata de meter en un mismo saco todo lo que sea avance social, libertad sexual, acceso a derechos sexuales y reproductivos, e incita a ir en contra de las personas LGBT”.
Las organizaciones documentan violencias e impactan en organismos
En los últimos 5 o 7 años, a pesar de que el financiamiento ha bajado, las organizaciones se han fortalecido con documentación de situaciones de violencia. Para los defensores convocados a la charla, esto también se relaciona con que desde 2008, la OEA ha adoptado resoluciones en materia de derechos de identidad de género y orientación sexual, y se ha creado una unidad especifica en la ONU de personas LGBT. Además del registro de la CIDH, que documentó las violencias durante 15 meses entre 2013 y 2014, a nivel OEA se creó además un grupo de trabajo donde 8 países colocaron este tema como prioritario en politica externa.
Los avances impactan de manera diferenciada en afrodescendientes LGBT+
“El caso de Brasil es el más relevante. Cada 30 horas muere una persona por razones de orientación sexual e identidad de género en Brasil. El 90 por ciento de ellas son afrodescendientes. Se trata de un problema de racismo estructural en América Latina. La mayoría de las organizaciones LGBT están lideradas por personas de clase media alta, generalmente hombres latinos”, expresó Carlos Quesada.
“En el marco del Sistema Interamericano hoy tenemos la Convención contra toda forma de discriminación e intolerancia, que incluye a población LGBT. Hermana de la Convención contra el racismo. Si no hubiera sido por el movimiento afro y LGBT, estas convenciones no se hbuieran aprobado.Tenemos ese instrumento a nivel regional+, valoró Quesada.
“No todas las personas LGBTI sufren violencia de la misma manera. Y está la cuestión interseccional que también hay que abordar”, agregó Gómez.
La violencia hacia los cuerpos trans es la peor en la región
“Si bien hay fiscalias para investigar estos casos de violencias, hay un problema real: no hacen un trabajo efectivo. Tenemos países como Colombia que han creado una serie de instituciones para defender e investigar crímenes de odio, pero en general no tenemos un personal sensibilizado que pueda hacer su trabajo”, señaló Quesada. Considera que se trata de iniciativas positivas, pero sin impacto real.
“Todavía falta capacitación técnica para usar las legislaciones nacionales, para agotar recursos internos y saber cómo usar el sistema interamericano y el sistema universal para defensa y protección de derechos de personas LGBT”.
“Para todas las personas LGBT en Honduras, decir que somos LGBT es sinónimo de muerte. Las cifras son demasiado elevadas en nuestro país, donde las personas trans son la población más afectada”, expresó Braham Banegas, desde Cozumel Trans.
En Honduras, se creó una unidad de investigación de muertes de alto impacto “pero lamentablemente no está funcionando. No está investigando las muertes de líderes y lideresas asesinados”, dijo Banegas.
Honduras es uno de los países que ha retrocedido en derechos LGBT+
“En Honduras hemos visto más retrocesos que avances. A se perpetran ataques a compañeros por su orientación sexual. En 2012 habíamos logrado que un artículo del Código Penal penalizara la discriminación por SOGI (Orientación Sexual e Identidad de Género, según siglas en inglés). Pero en el nuevo código la sanción ya no es tan fuerte. Cuando entre en vigencia, cualquier persona va a poder discriminar y no va a recibir un castigo significativo”, dijo Banegas.
En 2016, Honduras reformó el Código de la Niñez, donde uno de los artículos que se agregaró dice que las personas del mismo sexo no podrán adoptar niños. “Se trata de mecanismos del Estado de Honduras para ir frenando derechos de personas LGBT”, señaló el activista.
Existe un proyecto de ley presentado en 2016 para aprobar la Ley de Identidad de Género. “La mayoría de los políticos se han negado a tratarlo por fundamentalismo religioso, que nos afecta demasiado. Todos los políticos de Honduras le tienen miedo al tema LGBT porque saben que influye demasiado en la población. Apoyarlos para ellos es perder votos.
“Hoy nuestro principal adversario es la Iglesia en Honduras. Porque en el país se está debatiendo que los sacerdotes puedan participar libremente en política, algo que la Constitución prohíbe. Nos preocupa que si esto se aprueba, haya libre albedrío para que sigan atacando. Cada vez que hay un mensaje homofóbico de parte de un líder, eso significa alguna muerte para un compañero de nuestra comunidad. En 2016, tras el discurso de un pastor evangélico, tres compañeras trans fueron asesinadas. Se apoderan de ese mensaje para atacar. Todo se basa en el nombre de Dios”.
Panamá empieza a debatir públicamente Matrimonio Igualitario
Panamá fue el último país hispanoparlante en despenalizar la sodomía, que castigaba la homosexualidad. “Todo el mundo ve un Panamá un país con desarrollo económico, pero ser una persona LGBTI en este país es no tener ningún tipo de reconocimiento de derechos. No hay ley ni una política pública que reconozca a personas LGBTI.
En 2017 se aprobó una ley antidiscriminación pero no incluye a personas LGBTI”, compartió Iván Chanis Barahona, presidente de Fundación Iguales.
En el último tiempo se empezó a hablar en los medio de Matrimonio Igualitario. Fue a partir de tres uniones de personas del mismo sexo que se materializaron en otros países. Dos de ellas debieron ir a la corte de justicia para ser reconocidas en le país. La corte falló rápido y a favor.
“En los medios ser gay o trans era objeto de burla. Ahora por primera vez se reconoce la existencia de personas LGBT y logramos posicionarnos como actores políticos, en cooperación con el feminismo, y con las personas que abogan por libertad religiosa. En mayo de 2019 habrá elecciones y a todos los candidatos se les preguntó si van o no por Matrimonio Igualitario. Aunque nadie estaba preparado para esto, estamos vivenciando un cambio drástico, en un proceso de cambio generacional y cultural fuerte. Panamá deberia transformarse en país que dé el ejemplo”, dijo Chanis Barahona.
Los derechos de las personas LGBTI son derechos humanos
Los panelistas coincidieron: “Ningún país puede trabajar de manera aislada para luchar contra las violencias¨. Tampoco se puede hablar solo de personas LGBT+ sin tener en cuenta las interseccionalidades y matices.
Como dijo Chanis Barahona: “Los pilares de la democracia son los derechos humanos y la protección de las minorias. Si no se reconocen los derechos de una minoría que sufre tantas violencias como la población LGBTI, le estamos fallando a la democracia”. No se trata de derechos especiales. “Son derechos humanos y punto. Tenemos que unirnos a todos los que defienden los ddhh”.