Se trata de la firma Noroghi. El Presidente la mostraba como un caso de éxito, pero a los dos meses cerró y dejó a sus empleados sin cobrar. Ahora les envió telegramas de despido porque contaron la situación.
La firma Noroghi, una de las tantas empresas que Mauricio Macri visitó el año pasado y mostró como ejemplo de progreso, cerró sus puertas y dejó a todos sus empleados sin cobrar. Pero el escándalo se agravó ayer, es que mientras sus operarios hace meses que no perciben salarios, los despidió con causa por dar a conocer la situación.
El Presidente había visitado la fábrica de Nueva Pompeya en septiembre del año pasado. Fue una de las tantas visitas que Macri realiza en secreto y con carácter relámpago para después difundirlas por las redes sociales.
Según el gobierno, la firma se dedicaba a fabricar electrodomésticos. En 2018 habían realizado su primera venta al exterior y serían los primeros en vender productos de Industria Nacional a Estados Unidos. Todo un ejemplo de éxito y emprendedorismo.
El fundador de la empresa, Fabián Colussi, aseguraba que también exportarían a México y que aumentarían la dotación de empleados de 132 a 200.
Colussi es conocido por la publicidad que hace en el TC y su militancia opositora en Racing, donde siempre termina bajándose sobre el cierre de la elección. Además es socio de “El rey de la soja” Gustavo Grobocopatel en el club de fútbol ‘Agropecuario de Carlos Casares’. De hecho la firma Noroghi lucía en las camisetas del club del empresario sojero, hasta ahora que lo taparon.
De fluidos vínculos con el macrismo Colussi suele recibir “visitas” filmadas de funcionarios del PRO.
Fuentes del gobierno de Tierra del Fuego aseguraron que Noroghi es una importadora de marcas chinas y lo que visitó Macri el año pasado fue un galpón de almacenamiento. “Tienen un par de empleados registrados, un jefe de galpón que no sabemos lo que es. Hasta la pagina es trucha”, dijeron. “Son intermediarios que importan desde China y venden servicios a los negocios locales. En el video de Macri se ve claramente que no es una fábrica, es un depósito”, agregaron consultados por La Política Online.
Dos meses más tarde explotó la estafa. El dueño no pagó los sueldos de enero y febrero y se comprobó que la visita a la fábrica fue una puesta en escena. “Un montón de familias se quedaron en la calle y no tienen para comer. No tenemos ingresos y no tenemos respuestas”, explicó Agustina Pereyra Nuñez, trabajadora de la empresa en el piso de C5N días atrás.
Ayer, sin embargo, sí tuvieron novedades de Colussi. Les envió un telegrama por “hacer públicas manifestaciones con epítetos descalificativos hacia la empresa y sus autoridades en C5N”. Por ello los despide “con causa”.