Luego del fallo que ordena suspender la actividad de las plataformas de delivery, los directivos de las firmas apelaron la medida. Las y los trabajadores exigen equipamiento y que se regularice su situación laboral. En la madrugada del martes falleció un repartidor en el barrio de Flores.
La semana pasada, el titular del Juzgado N° 2 en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Roberto Gallardo, ordenó la suspensión de las plataformas Rappi, Globo y PedidosYa. A la vez que le ordenó al Gobierno porteño que «clausure toda plataforma virtual informática que actúe en el ámbito de la ciudad» relacionada con la «mensajería y/o reparto de sustancias alimenticias a domicilio, que no se encuentre registrada».
En el fallo, Gallardo le exige a las empresas que cumplan con las medidas de seguridad, al tiempo que intimó a las plataformas a que regularicen la situación laboral de las y los trabajadores de delivery, y a cumplir con el Código de Tránsito y Transporte (ley 5526). A su vez, realizó una declaración sumamente gráfica: «Qué diferencia hay entre esto y un taller clandestino”.
Tras la decisión, el que le salió al cruce fue el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: «Lo de Gallardo, cualquier cosa… sus fallos son más políticos. El tema es que después todas (las decisiones) se las apelamos y se las ganamos…». Y agregó: «Nosotros queremos defender las fuentes de trabajo».
Lo que no aclara Rodríguez Larreta es bajo qué condiciones pretende defender esas «fuentes de trabajo». Las y los trabajadores de las apps se encuentran en la más absoluta precariedad laboral: sin implementos de seguridad e higiene, sin cobertura médica ni ART y bajo una relación laboral no registrada: no tienen sueldos en blanco, cómo tampoco aportes previsionales, aguinaldo y vacaciones.
Tras el fallo, las plataformas de delivery anunciaron que apelarán la decisión del magistrado y proveyeron de cascos y folletería a sus empleados, a modo de adaptarse a las normas de seguridad vial. Por su parte, las organizaciones de trabajadores de las apps continúan reclamando que los directivos de las firmas regularicen y equipen a sus empleados, al tiempo que califican a la actual relación como «una estafa laboral».
En la madrugada de este martes falleció un trabajador de delivery en el barrio de Flores, tras ser embestido con su moto por una camioneta. Este caso se suma al del trabajador de Rappi, Ramiro Cayóla, quien falleció el pasado mes de abril. Mientras las empresas se niegan a acatar el fallo del juez Gallardo, miles de trabajadores y trabajadoras de las aplicaciones arriesgan su vida bajo el trabajo precario.
Fuente: https://www.anred.org/?p=119901