Los productos que más incrementaron fueron frutas, verduras y carne. Los alimentos son siempre el rubro con mayores subas en sus precios.
El Indec publicó los índices de inflación del mes de abril, y determinó que a nivel general el incremento en un mes fue de 1,5%, acumulando un 45,6% en 12 meses. Pero el rubro que se vio más afectado fue, una vez más, el de los alimentos y bebidas no alcohólicas con un 3,2%. Las frutas, verduras, legumbres y carnes fueron los productos que más se encarecieron en plena pandemia.
Las subas en los alimentos son una constante en los últimos años, lo que termina repercutiendo de manera directa en las clases trabajadoras, ya que son productos de primera necesidad. En los sectores populares gran parte de los salarios son destinados de forma exclusiva a la compra de alimentos, muchas veces sin alcanzar lo mínimo para que una familia pueda subsistir.
Si se observan las estadísticas de diciembre del 2019, el nivel general de inflación durante todo el año según el Indec fue de 53,8%, mientras que los alimentos y bebidas no alcohólicas se ubicaron con un 55,9%, es decir dos puntos porcentuales más que la media general. Durante este año el mayor aumento de los alimentos se sigue manteniendo, ya que en enero estuvieron 2,4 puntos porcentuales arriba de la media, en febrero 7 décimas arriba y sólo en marzo fueron superados por otros rubros.
Las áreas del país más afectadas son Noroeste con un 4,7% y el Noreste con un 3,6%, por lo cual las provincias más pobres de la Argentina vieron encarecer sus productos básicos en medio de un contexto que empeora las condiciones generales de vida de los sectores populares.
A su vez, hay que tener en cuenta que el organismo oficial no pudo hacer el trabajo de campo para medir el aumento de precios debido a la cuarentena. Las estadísticas se realizaron mediante correo electrónico, por teléfono y online. Con lo cual puede que muchos de los precios de los almacenes hayan quedado sin computar y es en esos sectores donde la gente observó mayores aumentos en los productos básicos.
Otro dato a destacar es que en 2017 los programas de empleo del Ministerio de Trabajo cobraban un salario de 4.500 pesos aproximadamente, mientras que hoy en día ese ingreso está en 8.500 pesos, lo que representa un aumento del 100%. Pero la inflación para el mismo periodo fue alrededor de un 135% según datos extraídos del Indec. Por lo tanto la pérdida del poder adquisitivo de los programas de empleo ha sido de un 35%, configurando así una caída enorme para un ingreso que ya de por sí no alcanza a cubrir ni siquiera la Canasta Básica Alimentaria con la que se mide la indigencia.
En medio de la crisis sanitaria las organizaciones sociales vienen denunciando que se han triplicado la cantidad de personas que asisten a los comedores, pero mientras tanto la cantidad de alimentos destinados a esos espacios se mantiene iguales y en algunos casos hasta se han reducido debido a que las empresas no quieren venderle al Estado o lo hacen con sobreprecios.
Por su parte la tarjeta alimentaria impulsada por el gobierno no es suficiente en un contexto de profundización descomunal de la pobreza y la desocupación. A su vez, este beneficio solo abarca a niños y niñas menores de 6 años, por lo que el resto de las infancias y adolescencias quedan descubiertas.
Tras esta crisis sin precedentes que golpea al mundo entero serán millones las personas que caigan en la pobreza y la desocupación, y la recuperación económica demorará un buen tiempo, más aún en países ya golpeados por sucesivas crisis. Por lo que se necesitarán medidas eficaces y urgentes para paliar el hambre y evitar que grandes sectores de la población caigan en la inanición.