Este martes, en Zapala, provincia de Neuquén, el policía asesino Pablo Pallero fue declarado culpable por homicidio doloso agravado por el uso de arma de fuego contra Facundo Guiñez, a quien fusiló con su arma reglamentaria la madrugada del 30 de agosto de 2019 en esa localidad. A la espera de la incorporación de agravantes previo a la sentencia judicial, que se dará a conocer la semana próxima, El Zumbido dialogó con Luciano, el hermano del joven ultimado de un balazo estatal.
“El 30 de agosto a la madrugada mi hermano recibe un disparo de arma de fuego por un policía de la provincia de Neuquén, acá en la ciudad de Zapala”, comienza a relatar Luciano Guiñez en diálogo con El Zumbido: “las primeras hipótesis que surgieron de la muerte de mi hermano eran que había robado un estéreo del auto de ese policía; después fueron surgiendo nuevas hipótesis, porque aparecieron huellas dactilares de un policía, porque no hubo rastros de huellas de Facundo en el auto, ni de violencia generada, ni rastros de las zapatillas de Facundo ahí en el lugar donde supuestamente estaba el auto de este policía”. Todo esto, contra las versiones de la fuerza que cumplió como siempre el rol de encubrimiento para poder seguir fusilando pibxs sin mayores inconvenientes, con el aval de los gobiernos y de parte de la sociedad influenciada por los medios hegemónicos de comunicación, pieza fundamental en la cadena represiva, pudo ser probado durante el juicio que se desarrolló la semana pasada: “el disparo fue en forma directa ocasionando la muerte”, resumió el hermano de Facundo.
“Hace más de un año que salimos a la calle pidiendo justicia, convocando a la comunidad que nos ha acompañado, a vecinos, a amigos, a organizaciones”, remarcó Luciano Guiñez: “todo ese grito de justicia que pegamos en las calles dio sus frutos, ya que la semana pasada se llevó a cabo el juicio”. Señaló también que durante todo este tiempo estuvieron en contacto con familiares de otras víctimas de la represión estatal en la región, como César Casas y Elízabeth Hernández, padre y madre de Matías y Braian respectivamente, adolescentes asesinados por la policía neuquina en 2012, y de todo el país.
Si bien no pudieron presenciar el juicio como correspondería, en esta ocasión con el aval de las medidas para evitar la propagación de covid, aunque cuando no hay pandemia suele tratar de impedirse la presencia masiva de público también, “todo salió a la luz”.
“Ayer tuvimos la audiencia del veredicto en el que a Pablo Pallero se lo declaró culpable por el homicidio de mi hermano y ahora está la nueva audiencia de cesura para ver si se suman los agravantes de abandono de persona y de encubrimiento, ya que en el juicio los jueces determinaron que mi hermano nunca robó un estéreo, nunca estuvo en el lugar del auto, ahora quedó abierta la investigación para poder seguir investigando por qué aparecieron las huellas digitales de otro policía, la llamada que se registró y que nunca se dejó asentada en el libro diario que llevan ellos día a día”, relató el hermano de Facundo Guiñez y recordó que “nosotros desde el principio venimos alegando que hubo encubrimiento”.
La semana que viene, lxs juecxs Liliana Deiub, Bibiana Ojeda y Raúl Aufranc darán a conocer la sentencia “a la que ojalá le puedan agregar los agravantes para una condena ejemplar”, finalizó Luciano Guiñez.