El pasado 26/2 el gobierno nacional y la Ctera firmaron un nuevo acuerdo paritario.
Ministro y dirigentes sindicales saludaron el acuerdo y hasta fueron a Olivos para ser bendecidos por Alberto Fernández.
Sonia Alesso difundió un texto donde valoro los “logros” casi en tono épico hablando de un acuerdo que “dejará huella”…
Se puede analizar el acuerdo por lo que el Acta dice y por lo que no dice. Veamos:
– Hablan de la vuelta a la presencialidad y de la educación bimodal. Más allá de las generalizaciones y las buenas intenciones, no se establecen condiciones mínimas necesarias que pongan el centro en el cuidado de la salud en tiempos de pandemia. Nadie explica por qué anularon el famoso “semáforo” acordado el año pasado que planteaba condiciones concretas para la vuelta.
– No hay ninguna palabra sobre la necesidad de garantizar la conectividad de docentes, estudiantes y escuelas. Tampoco ningún planteo serio que apueste a la entrega masiva de dispositivos como se hizo hace más de una década cuando no eran tan necesarios como ahora.
– Ni se menciona al sector de la docencia más golpeado por la pandemia: lxs reemplazantes.
– Sin duda un aspecto central de lo que sí dice tiene que ver con las definiciones salariales que son dos:
– 1°) Lo que se llama “el piso nacional”. Hoy está en $27.500, apenas arriba de la línea de indigencia ($23772) y por debajo de la mitad de la línea de la pobreza ($56459). Los nuevos valores son:
• $31000 desde marzo
• $34500 desde julio
• $37000 desde septiembre en adelante
El “aumento” para todo el año significa un 34,5% sobre los valores actuales. Frente a una inflación proyectada que se espera por encima del 40% estamos ante una nueva pérdida del salario real. Vale destacar que, a diferencia de lo acordado por otros gremios, no está prevista ninguna “cláusula de revisión” que pueda compensar esta previsible caída.
2°) la definición de lo que aporta Nación por cada cargo.
En los hechos apenas hay un aumento de $500 desde marzo (los $210 de “Material didáctico” pasan a ser $710 de “Conectividad nacional”) y otro aumento de $700 en septiembre. Realmente valores bajísimos.
Los datos son muy concretos. En los hechos el acuerdo paritario significa: salarios que pierden con la inflación y siguen bien por debajo de la línea de la pobreza y una definición de la vuelta a la presencialidad con mucho “discurso” y pocos recursos.
Una vez más Sonia Alesso y la conducción de la Ctera muestran su definición de subordinarse a los intereses del gobierno nacional.
Se sacan fotos con el Presidente y sus ministros pero no consultan a un solo docente.
El malestar recorre escuelas de todo el país y se estalla en las luchas de varias provincias.