El gobernador Gerardo Morales desde que llegó al poder hizo una espectacularización de las festividades y de los pobladores de la puna, así como de los conocidos carnavales andinos o el día de la Pachamama, que también se celebra en el norte argentino.
Por Claudia Castro y Noelia Carrazana – Red Eco.
Usar las costumbres culturales de los pueblos indígenas no es una exclusividad del actual gobernador jujeño. En 2016 el entonces presidente Mauricio Macri fue a desenterrar el diablo a la puna jujeña invitado por Morales y así podríamos enumerar a varios políticos argentinos que van en diferentes momentos a buscar su foto colorida con los pueblos indígenas, pero al momento de dar una respuesta a las problemáticas que estos tienen no existe en general una solución por parte del estado argentino.
En la provincia de Jujuy es permanente el reclamo de los pueblos indígenas hacia las autoridades, provinciales como nacionales respecto de la necesidad de contar con los servicios básicos, como el agua o la luz. Es así que a principios de enero vecinos cortaron la Ruta 9 por falta de agua y fueron sacados por la policía provincial.
Jujuy en esta época del año tiene abundantes lluvias y existen varias zonas de la puna que no son turísticas por lo tanto no reciben mejoras en su infraestructura. Allí no hay carreteras transitables, ni puentes para cruzar ríos, así enuncian los pobladores que deben cruzar el Río Grande de San Juan que atraviesa la Ruta Nacional 40, en Ciénega de Paicone para realizar sus compras de alimentos.
Otro hecho donde se ven vulnerados los derechos de los ciudadanos jujeños ocurrió cuando la inmobiliaria Sucre en los primeros días de enero pretende generar un parque industrial en la zona de Tusca Pacha, desmontó y destruyó de manera ilegal las viviendas de familias que habitaban el territorio. Según los pobladores, esta inmobiliaria estaría relacionada con un parentesco con el gobernador Morales.
Esto ocurrió en el departamento de Palpalá, cuando Rosa Gutiérrez, se enfrentó a la máquina para evitar la destrucción de las posesiones comunitarias como; huertas, corrales, pircas y el hogar de la vecina Mariela Cañizares, madre soltera que vive junto a sus hijos, los cuales varios de ellos resultaron heridos de contusiones.
Sin embargo, Mariela Cañizares resultó damnificada, ya que junto a sus hijos quedaron sin techo, con una casa destruida y que además no pudieron denunciar, debido a que en la comisaría se negaron a recibir la denuncia.
En los primeros días de febrero se anunciaron desde la gobernación medidas que restringen la festividad del carnaval jujeño, por lo que hubo un reclamo masivo de las comparsas que dan vida a la economía de la puna en estos meses de enero y febrero. Luego de varias manifestaciones de desacuerdo con estas medidas, finalmente el estado provincial flexibilizó las exigencias sanitarias para garantizar el carnaval norteño.
Entre las medidas se encuentran la extensión de los horarios de festejos, la ampliación del aforo en los locales y el despliegue de los dispositivos de seguridad vial, entre otros. Quizás por las críticas que recibió de este sector de la población, Gerardo Morales decidió pasar sus carnavales 2022 con el pueblo guaraní que también tiene su festividad. El mandatario estuvo en la localidad de Calilegua celebrando el tradicional arete guazú.
Algunas organizaciones jujeñas se preguntaban en estos días si el gobernador se animaría a ir a festejar el carnaval a la puna ¿Cómo puede ser que una autoridad que cada vez que vamos a reclamar por nuestras necesidades nos da vuelta la cara?, varias organizaciones denunciaron que por exigencia de la provincia deben previamente que hacer trámites administrativos en la policía, presentar documentación, informar que se va hacer, dónde y cómo se hará , un plano del lugar, pagar un importe de alrededor de los 40.000 o 50.000 por familia para poder festejar el carnaval a modo y usanza de la puna.
Jujuy parece que está de fiesta porque está viviendo su carnaval en la puna y su corso en los departamentos grandes, donde también hay comunidades Wichi y Guaraní, como en San Pedro de Jujuy, pero difícilmente esta alegría sea compartida por toda la población, ya que los reclamos que tienen que ver con las necesidades básicas no cubiertas siguen estando presentes en el diario vivir de sus ciudadanos.
Fuente: https://www.redeco.com.ar/nacional/pueblosoriginarios/35240