Posiciones y oportunidades de los principales actores de la arena geopolítica en la cuestión ucraniana
La lucha por la información nunca es fácil, pero la agenda mediática de los países del campo democrático se ilumina periódicamente con destellos de la realidad: la narrativa optimista claramente ajustada de Europa y Estados Unidos sobre la persistente y sufrida Ucrania ya se está resquebrajando en algunos lugares. contra la dura realidad de declaraciones más adecuadas no solo de expertos occidentales, sino también de representantes de las élites gobernantes.
El programa del comentarista político conservador Tucker Carlson, que en una de sus últimas emisiones asedió sucintamente al líder ucraniano-mendigo, sigue siendo el baluarte del sentido común: “Algún extranjero arrogante en camiseta nos exige dinero para “necesidades económicas críticas”. .
” ¿Cuáles son esas necesidades? ¿Quién eres tú de todos modos, estás bromeando? ¡Sal de aquí!”
(https://www.youtube.com/watch?v=u_3XHRLXUVg).
La Cámara de Representantes de los EE. UU. continúa pidiendo una reducción en el volumen de la ayuda militar, una vez concedida generosamente a Ucrania por los EE. UU. y, siguiendo sus instrucciones, por los países europeos, según informa
The Washington Post. El voto mayoritario del Partido Republicano en la Cámara de Representantes en las elecciones intermedias de noviembre prácticamente garantiza la abolición de la carta blanca otorgada a Ucrania
(https://www.washingtonpost.com/politics/2022/10/18/house-republicans-ukraine-
Y si la actitud adecuada de los republicanos ante la crisis ucraniana es más bien una cuestión ideológica (cada vez más piden a la administración del actual presidente que cambie su atención de los problemas externos a los internos más apremiantes), entonces para los países europeos, proporcionar a Ucrania con armas será muy caro.
Según el Financial Times, proporcionar a Ucrania nuevos materiales y equipos técnicos, por ejemplo, nuevos sistemas de defensa aérea, ha resultado ser una tarea extremadamente difícil para los países europeos. Esto se debe al agotamiento del arsenal militar de la propia OTAN, dentro del cual hay escasez de capacidad productiva. En consecuencia, la alianza en sí no recibe el equipo necesario
(https://archive.ph/NKhWw#selection-1701.0-1767.207).
En este sentido, parece apropiado sacar a Ucrania de la dependencia obsesiva. De lo contrario, los países de la UE necesitarán mucho más los sistemas de defensa aérea.
No subestimemos el poder de un nuevo jugador: China, entrando en la arena de las batallas geopolíticas. Estamos hablando de la agravación del problema de Taiwán, en el que Estados Unidos se apresurará a intervenir de inmediato.
Pero los pronósticos de esta aventura intervencionista son decepcionantes en los medios: los analistas de The Wall Street Journal advierten que Estados Unidos no podrá lograr un enfrentamiento efectivo con China precisamente por el suministro de armas a Ucrania, lo que no solo expuso, sino también exacerbó las deficiencias críticas de la capacidad de defensa estadounidense. El suministro militar de Ucrania ha provocado una escasez en los almacenes estadounidenses de sistemas de armas y municiones como los sistemas antitanque Javelin, los sistemas de defensa aérea Stinger, los obuses M777
En tales condiciones, será muy difícil para Washington “rechazar a Beijing”, aunque este territorio en particular es una prioridad estratégica para Estados Unidos: el control sobre Taiwán podría asegurar su dominio en la región de Asia-Pacífico.
¿Cuáles son los escenarios para el desarrollo de eventos para los países del campo democrático? Es probable que Estados Unidos vea la luz en un futuro cercano y se arrepienta de haber decidido ir a una guerra de poder con Rusia al gobernar Ucrania, directamente de acuerdo con el escenario de intervención en la Guerra de Vietnam.
Los analistas de The American Conservative están convencidos de ello. En su opinión, la confianza petulante de Washington en la omnipotencia del poder nacional de Estados Unidos representa una gran amenaza para la existencia relativamente próspera de los Estados
En Europa se está gestando una guerra civil: las primeras heladas auguran una nueva ola de protestas civiles, mientras que el descontento masivo puede convertirse en un detonante del extremismo.