Descendientes de víctimas de la Masacre de Napalpí no tienen agua para beber

Con temperaturas que superan los 40 grados, habitantes de Colonia Aborigen en Chaco están llevando adelante una serie de acciones en protesta por la falta de agua para consumo humano.

Colonia Aborigen. Foto: Jorge Tello.

Por Elena Corvalán. Edición: Ana Fornaro.

Con temperaturas que superan los 40 grados, habitantes de Colonia Aborigen Chaco están llevando adelante una serie de acciones en protesta por la falta de agua para consumo humano. Allí, en 1924, se concretó la Masacre de Napalpí, la matanza de entre 400 y 500 indígenas a manos de la Policía del estado nacional.

Colonia Aborigen comprende 22.600 hectáreas. Está ubicada en la zona centro de la provincia del Chaco, en el departamento Veinticinco de Mayo, a 200 kilómetros de la capital provincial, Resistencia. Está dentro de la jurisdicción del municipio de Machagai, cuya municipalidad está a más de 22 kilómetros.

En Colonia Aborigen habitan hoy unas seis mil personas de los pueblos Qom y Moqoit, descendientes de víctimas y sobrevivientes de la Masacre de 1924. El territorio está dividido en tres lotes, 38, 39 y 40. Según contó Mario Paz, comunicador comunitario, la falta de agua es una problemática que afrontan desde siempre, por lo que la Colonia pide que el Estado realice obras que pongan fin a esta deficiencia. En lo inmediato piden que les provean camiones cisterna para repartir el agua que extraen de un pozo profundo ubicado muy cerca del lugar de la masacre Napalpí, entre Machagai y la localidad de Quitilipi.

El gobernador no responde

“Somos las mujeres las que más notamos la necesidad del agua. Incluso no es solo el agua, hay muchas falencias que padece también la comunidad”, dijo Sandra Barrientos, secretaria de la Asociación Comunitaria de Colonia Aborigen.

Según informó la Asociación, después de presentar notas y hacer otros reclamos, el 10 de enero la comunidad salió a la ruta nacional 16 pidiendo una audiencia con el gobernador Jorge Milton Capitanich. Les fue concedida para el pasado 17, pero una vez en Resistencia les informaron que el gobernador no iba a poder atenderlos y en su lugar se reunieron con tres funcionarias, la vocal y presidenta de la Administración Provincial del Agua (APA), Miriam Carballo; la subsecretaria de Justicia, Lourdes Polo, y la secretaria de Municipios, Beatriz Bogado.

Barrientos precisó que lo que se habló con Carballo “son propuestas” de construcción de depósitos y reservorios de agua, de perforaciones. Pero destacó que esas son obras que demandan tiempo, mientras que lo que esperan es que se haga algo “ahora, ya” para proveer el agua, “para sacar del paso la necesidad que la gente está padeciendo”.
Esperando el camión cisterna

Salvo en lo del envío urgente del camión, Carballo confirmó los dichos de les comuneres. “Estamos trabajando con nuestro equipo técnico y en este caso específico con la Asociación Comunitaria de la Colonia Chaco en definir un plan de acciones comunitarias e individuales. Una de esas acciones es un camión para transporte de agua y para antes de fin de mes un plan de trabajo que puede involucrar distintos tipos de soluciones”, dijo en respuesta a la consulta de Presentes.

En Colonia Aborigen esperaban que el camión llegara el 18 de enero. Como eso no pasó, la Asociación Comunitaria informó que el 25 de enero saldrán otra vez a la ruta “con acampe hasta poder tener la audiencia” con el mandatario chaqueño. La organización también cuestionó que tampoco reciben respuestas de la Municipalidad de Machagai. “Hace oídos sordos”, afirmó sobre el intendente Juan Carlos García. Y recordó que este año se cumplen 13 años del pedido de perdón del gobernador por la Masacre de Napalpí, “pero sigue igual, no hay atención”.

Barrientos hizo hincapié en la falta de comunicación del gobierno del Chaco, y en que mientras tanto “la gente sigue insistiendo con la necesidad de agua y no tenemos ni siquiera un camioncito para llevar el agua”. “Acá lo que faltaría es más equipamiento de camiones que puedan acarrear el agua porque la planta principal todavía está abasteciendo, no tenemos en qué llevarle a la gente el agua, por eso lo más necesario y urgente sería un camión para la institución, por lo menos uno o dos camiones que puedan abastecer a los lotes”, explicó.

Sede de la Asociación Colonia Aborigen.

Agua en lo que sea

La planta principal, donde se encuentra una perforación profunda, está entre Napalpí, Machagai y Quitilipi. Esa perforación llega a una napa de agua subterránea que no está agotada aún y de ahí incluso se abastece en parte a Quitilipi y Machagai. Desde ese punto, por red el agua llega a la planta o depósito ubicado en la zona urbana de Colonia Aborigen misma, desde donde se distribuye al pueblito, pero Barrientos aclaró que tampoco es suficiente esa agua para abastecer a todes les habitantes urbanes. Por eso también la necesidad acuciante de vehículos para distribuirla en el pueblo mismo y en las zonas rurales, que abarcan una extensión de 22.600 hectáreas.

Contó que en estos momentos “la gente acarrea (el agua) de perforaciones, no sé si será apta para tomar, pero igual la gente acude a perforaciones de los vecinos, acarrean en carro y en motos, en lo que tienen, y así se están manejando. Últimamente consumen el agua donde sale, si se quiere”, simplificó. Ocurre que no se han producido lluvias de consideración y por eso el agua escasea cada vez más.

Paz añadió que el agua que se distribuye en el pueblo, que baja del tanque o planta más pequeña ubicada en el mismo pueblo, sale turbia y además el tanque tiene una pérdida importante, “cargan el agua y pierde totalmente”. “Acá nosotros tenemos que juntarnos entre vecinos y pagar para que nos traigan de la localidad de Machagai un camión con agua”, contó.

Un municipio indígena

Mario Paz se desempeña en la radio comunitaria Qom La’aqtac (Lengua Toba) de Colonia Aborigen, cuyo casco urbano se encuentra ubicado a un kilómetro del lugar exacto de la Matanza de Napalpí.

“La Asociación Comunitaria viene a ser como un municipio” porque está encargada de las 22.600 hectáreas donde habitan pueblos originarios, reseñó Paz. Y recordó que el gobernador les había prometido que Colonia Aborigen sería elevada a la categoría de municipio. Detalló que con ese fin en 2011 se hizo el ejido municipal. En 2015 la Legislatura chaqueña aprobó la creación del municipio en el departamento Veinticinco de Mayo, solo falta ponerlo en práctica.

En la zona urbana muchas personas se dedican a hacer artesanías en madera de algarrobo y guayaibí, y en la amplia zona rural sus habitantes crían animales vacunos, ovinos y de corral, y cultivan sementera baja para consumo propio. El pueblo propiamente dicho y la zona rural comparten la falta de agua, si bien en la zona existe la costumbre de construir lagunas o represas para cosechar agua de lluvia para el consumo animal.

Paz recordó que el arreglo del tanque “también era un reclamo que se le iba a plantear al gobernador, cosa que no se pudo dar porque no nos atendió”, lamentó. “Eso a nosotros nos duele porque no queríamos salir a la ruta a cortar, lamentablemente tenemos que hacerlo para que el gobierno nos escuche”. El vocero insistió en que la Asociación hizo todo para evitar a esta medida de fuerza, “todo con papeles, esto y aquello”, pero “no tiene ninguna respuestas del gobierno y entonces tuvo que salir a cortar ruta”.

Otras deudas pendientes

Además del reclamo más acuciante por la falta de agua la Asociación Comunitaria viene pidiendo planes de construcción de viviendas, y mejoras en la atención de la salud y la educación.  “Acá tenemos un hospital donde no contamos con médico las 24 horas, un solo médico tenemos”, contó Paz a modo de ejemplo. Y la secretaria destacó que si los tres puestos sanitarios, uno en cada lote, funcionaran correctamente el hospital estaría más holgado.

Así como están las cosas, dijo, las madres tienen que caminar 15, hasta 20 kilómetros “para venir a buscar un paquete de leche”. “La mayoría en el campo no están al día con las vacunas por esa falencia de los puestos sanitarios que no están funcionando como tienen que funcionar”, sostuvo.

Detalló que en puesto hay solo un agente sanitario, en otro hay un auxiliar, y el puesto sanitario del lote 39 está cerrado por falta de personal, desde hace tres años, con la agravante de que es precisamente ahí donde está el memorial por la Masacre. “Se difunde siempre que la Masacre de Napalpí, que el juicio, que… ahora el puesto sanitario está cerrado, no hay asistencia hace tres años”. En ese lugar se levanta un memorial por la matanza de 1924. Pero “Tenemos el puesto sanitario cerrado, digo yo: ¿dónde está la reparación histórica que tanto se divulga si tenemos nuestro puesto sanitario cerrado?, no puede ser”, lamentó Barrientos.

¿Reparación histórica?

“Todo esto es muy doloroso porque estamos hablando de la reparación histórica”, dijo Paz. El Estado nacional y provincial están obligados a hacer una reparación histórica que en parte fue cumplido por el gobernador al pedir al pedir perdón por la Masacre en 2010. Mario Paz es nieto de una mujer que se salvó de la Masacre. “Mi abuelita me ha contado que cuando ella tenía siete años la hermana mayor le llevaba a upa disparando de la balacera”, recordó de lo poco que su antecesora le contó, porque, “en ese tiempo no se hablaba mucho de la Masacre, ella nos contaba y tenía temor, por eso la mayoría de los habitantes de acá son poco hablantes de la idioma” porque “les quedó el temor”.

En mayo de 2022 la jueza federal Nilda Niremperger declaró la responsabilidad del Estado argentino en la matanza de entre 400 y 500 personas de los pueblos Qom (Toba en castellano) y Moqoit (Mocoví), cometidas el sábado 19 de julio de 1924, y ordenó medidas de reparación. “Y eso es lo que por ahí yo digo, que tanto se habló de reparación histórica y ahora estamos saliendo nosotros a la ruta reclamando lo que es cosa tan necesaria que es el agua”, razonó Paz.

La sentencia sostiene que la matanza fue un crimen de lesa humanidad cometido en el marco de un proceso de genocidio de los pueblos indígenas. Además de establecer que el Estado argentino debe dar una amplia difusión al juicio y a la sentencia la jueza le ordenó la realización de un acto público de reconocimiento de su responsabilidad y que se construya un museo y un sitio de memoria en el lugar de los hechos. Además, exhortó al Estado nacional a implementar un plan de reparación histórica a los pueblos Qom y Moqoit.


Fuente: https://agenciapresentes.org/2023/01/20/descendientes-de-victimas-de-la-masacre-de-napalpi-no-tienen-agua-para-beber/

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