Cambio de paradigma: UOM reclama inflación prevista y acuerdo corto

El gremio de Abel Furlán, que pactó un aumento de 110% en 2022, arrancará mañana la paritaria más importante del rubro industrial.

Abel Furlán.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) oficializará esta semana un reclamo salarial novedoso: planteará la necesidad de aumentos en base a la inflación prevista y no la acumulada, y cerrar por un período no mayor a un semestre. Así lo adelantó Abel Furlán, el secretario general del principal gremio industrial, a las cámaras patronales del sector, según pudo reconstruir este diario. El pedido, que representaría una suba cercana a 40% por seis meses y que promete convertirse en un faro para otras paritarias del sector privado de este año, se aleja de la pauta de 60% anual o 30% semestral que propuso el equipo económico de Sergio Massa.

El pedido quedará formalizado mañana en un encuentro convocado por la UOM con los referentes paritarios de las cámaras de la actividad: Adimra (la que cuenta con más empresas adheridas), AFAC (autopartistas), Afarte (terminales electrónicas de Tierra del Fuego), Caiama (aluminio), Fedehogar (artículos de línea blanca) y Camima (pyme). En charlas preparatorias, Furlán y otros directivos del gremio le anticiparon el criterio a los empresarios.

Para el sindicato más emblemático de la Argentina se trata de un cambio de paradigma. Históricamente la organización discutió salarios en base a la inflación acumulada en el período inmediatamente anterior. Tras haber pactado para el período de abril 2022 a marzo de este año un ajuste de 110%, casi diez puntos por encima de la suba de la canasta básica en ese plazo, el gremio resolvió trastocar la metodología para pasar a un debate basado en la variación de los precios que pronostica el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), un índice que publica periódicamente el Banco Central en base a las estimaciones de las principales consultoras privadas.

El mecanismo propuesto, que tuvo una acogida inicialmente favorable entre las cámaras empresarias, implica además que los incrementos encadenados tendrían un carácter acumulativo. Es decir que cada escalón de aumentos debería computarse sobre la base del inmediatamente anterior y no contra el salario inicial del período de la paritaria. El efecto de este método es un incremento de bolsillo superior al resultado nominal de la suma de cada una de sus cuotas.

En base al último informe del REM, las consultoras estimaron que entre marzo y agosto de este año (el período al que se presume que la UOM buscará acotar su acuerdo) la inflación habrá acumulado casi 40 puntos. El número dista del 30% que Massa y la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, definieron para cualquier suba semestral y complica la pauta de 60% anual que el equipo económico busca sostener en espejo de la inflación calculada por el Presupuesto 2023. Para este año, el REM prevé 99,9 por ciento, cuarenta puntos por encima.

La idea que Furlán les transmitió a las cámaras empresarias, como parte de su pedido, es fraccionar los aumentos de un primer acuerdo entre abril y septiembre en dos tramos de casi 20% cada uno. Y programar una segunda negociación para octubre a marzo de 2024 basada en el REM resultante para ese período.

El planteo de la UOM forma parte de los atajos analizados por los sindicatos, en particular aquellos alineados con el kirchnerismo, para procurar un blindaje de los salarios de sus representados en un escenario de incertidumbre permanente. Otro caso es La Bancaria, que antes de pedir una suba salarial demandó una compensación a los bancos por los descuentos que perciben los empleados alcanzados por el impuesto a las Ganancias.


Fuente: https://www.ambito.com/cambio-paradigma-uom-reclama-inflacion-prevista-y-acuerdo-corto-n5673873

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