La región necesita resistir la dominación estadounidense y negociar en bloque con China, para recuperar soberanía y revertir su regresión económica (Claudio Katz en “Integración, soberanía y socialismo en América Latina”).
Funcionarios norteamericanos visitan Argentina con el ojo puesto en China
Por Mario Hernandez.
Dos semanas después del encuentro entre Joe Biden y Alberto Fernández llegó al país la Subsecretaria del Departamento de Estado, Wendy Sherman, la número dos de Antony Blinken y entre el 16 y 18 de abril lo hará la generala Laura Richardson, jefa de la flota del Comando Sur de EE UU.
El martes 4, un grupo de senadores del Partido Demócrata y del Partido Republicano estuvo en el país planteando que EE UU es un buen socio comercial de la Argentina y el principal inversor. El encuentro fue aprovechado por el canciller, Santiago Cafiero, para pedirles que la Argentina vuelva a participar del Sistema Generalizado de Preferencias para sus exportaciones, del que fue eliminado por el Congreso estadounidense en 2020.
Mientras Cafiero pidió por la entrada de cítricos y biodiésel al vedado mercado americano, los legisladores preguntaron si había interés aquí en entrar a algún tipo de acuerdo de libre comercio de cara a la explotación del litio.
Al respecto, el embajador Sabino Vaca Narvaja difundió la presencia en Beijing del gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, quien firmó acuerdos por litio con empresarios chinos.
La jefa del Comando Sur de Estados Unidos vuelve al país
Con la mirada puesta en los recursos naturales y la relación de la Argentina con China, la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, llegará al país para mantener una serie de reuniones bilaterales, a casi un año de su última visita, cuando mantuvo un encuentro con Cristina Kirchner. En enero, la funcionaria del Gobierno de Joe Biden blanqueó sin filtros el interés de los Estados Unidos en el litio, el petróleo y el agua dulce que hay en la región.
Según se informó, Richardson llegará nuevamente el fin de semana y se reunirá con el ministro de Defensa, Jorge Taiana, el lunes 17 de abril. No se descartan, en tanto, encuentros con otros funcionarios nacionales y con representantes de las Fuerzas Armadas.
En su último viaje al país, la generala estadounidense fue recibida por la vicepresidenta Cristina Kirchner, con el acompañamiento de Marc Stanley, el embajador estadounidense en Buenos Aires.
Richardson no disimula el interés que tiene en la región. Así lo dejó en claro unos meses atrás cuando le preguntaron por qué es importante América Latina y sin dudar, destacó: el triángulo del litio; la concentración de “las reservas de petróleo más grandes”; “los recursos de Venezuela, con petróleo, cobre, oro”; los bosques de la Amazonia, “los pulmones del mundo”; y, finalmente “el 31 % del agua dulce del mundo”.
El Comando Sur de Estados Unidos también tiene el ojo puesto en la relación entre todos los países de la región y China. Así, este nuevo viaje se enmarca en una nueva ofensiva para tratar de bloquear los acuerdos de cooperación entre Argentina y el gigante asiático, sobre todo en materia nuclear.
Principalmente, buscan detener la construcción de la cuarta central atómica en el país con tecnología china. De hecho, Richarson no es la primera funcionaria estadounidense que se pasea por el país para “advertir” sobre los riesgos y la «inconveniencia» de asociarse con China en materia nuclear y el «interés de Washington en lograr la cooperación de Argentina».
Esto pasó en abril de 2022, cuando una delegación encabezada por la subsecretaria adjunta de Seguridad Internacional del Departamento de Estado, Ann Ganzer, visitó el país y expuso diversos cuestionamientos a la tecnología ofrecida por China para Atucha III, por falta de calidad, incumplimientos de normas internacionales, problemas de diseño y de seguridad.
Frente a esto, un estudio por parte de Nucleoeléctrica Argentina, la empresa estatal responsable de la operación de las tres centrales nucleares existentes en el país (Embalse y Atucha I y II), consideró improcedentes aquellos cuestionamientos, sustentados principalmente en «recortes periodísticos sin respaldo científico».
Monitorean instalaciones atómicas
Fuera de todo marco oficial, pero con el interés de recorrer espacios claves para el desarrollo nuclear argentino, llegó al país el martes 11 el titular de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, Christopher Hanson. El miércoles recorrió las centrales Atucha I y II, las instalaciones donde se desarrolla el proyecto del reactor argentino Carem y el jueves viajó al sur para conocer el Centro Atómico Bariloche, de la CNEA. La visita se da en el marco de las presiones que viene ejerciendo Estados Unidos para impedir que Argentina avance en el acuerdo de construir una cuarta central nuclear, Atucha III, de la mano del financiamiento y tecnología que proveerá China.
La visita de Hanson, quien llegó acompañado por otros cuatro miembros de la NRC (sigla en inglés de la comisión de regulación nuclear), no está inscripta en ningún convenio bilateral de cooperación o colaboración en materia nuclear, sino que expresa la decisión unilateral del gobierno de Estados Unidos de enviar sus agentes en la materia para tomar contacto con pares argentinos. Por eso no hubo funcionarios de primera línea de órganos oficiales argentinos para recibirlos, ni lo acompañaron en la recorrida por Atucha y Bariloche.
Fue el propio embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley, quien le dio la bienvenida: «Es un gusto dar la bienvenida al presidente de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, Christopher Hanson. Estados Unidos y Argentina comparten una larga historia de cooperación nuclear y son socios en el uso pacífico de la energía nuclear», expresó el diplomático en un comunicado.
En Atucha fue recibido por autoridades a nivel gerencial de Nucleoeléctrica, empresa operadora de las centrales. Hanson también visitó en la localidad de Lima el centro de investigaciones de CNEA donde se desarrolla el reactor Carem, un pequeño equipo de usos múltiples.
No es un tema menor que el Carem, en su proyección, compite con un prototipo de similares características que tiene en desarrollo Estados Unidos, lo cual lo convertiría en competidor directo de este último. Hanson pidió especialmente «conocer el proyecto Carem», donde concurrió junto a sus colaboradores Molly B. Marsh, Cinthya I. Roman, David L. Skeen y Catherine I. Iwanowski, más el Primer Secretario de la Embajada en Buenos Aires, James Michael Saxton Ruiz, pero sin ningún funcionario local de primera línea que lo acompañe.
Los proyectos con China
Nuestro país necesita inversiones para desplegar la obra que busca mejorar la línea de transmisión desde Futaleufú hasta Puerto Madryn, y que energiza, a partir de esa central hidroeléctrica, a la planta de fabricación de aluminio Aluar.
También desea concretar el cruce del gasoducto por el río Paraná y el ramal hacia el norte de Corrientes a Misiones. Esto se denomina Etapa III del plan del GNEA, cuya realización beneficiará a la población y economías de las dos jurisdicciones del NEA. La puesta en marcha de la Etapa III del Gasoducto del Noreste Argentino involucra una inversión inicial de $ 40.000 millones para 2021 y otra de $ 30.000 millones para el 2022.
Otro proyecto es la Central Térmica Manuel Belgrano II, cuyo costo aproximado es de $ 5.000 millones. La construcción de esta central de ciclo combinado brindará al sistema eléctrico una potencia de 810 MW.
Asimismo, se impulsa la construcción del Gasoducto San Jorge para transportar la producción hidrocarburífera de Vaca Muerta. Allí se pretende una inversión china por U$S 2.500 millones. Implicará la construcción de un gasoducto de 1.000 kilómetros desde Tratayén, en Neuquén, a Salliqueló, en el distrito bonaerense. De concretarse, alcanzará una capacidad de transporte de 60 millones de metros cúbicos diarios.
El otro pedido oficial se refiere a la extensión de la red eléctrica del Area Metropolitana Buenos Aires. La compañía china State Grid ya resolvió participar en este proyecto. Incluye obras para la red Nacional 500 kV, Etapa 1, con futuro fuerte impacto en el Gran Buenos Aires. La idea es desplegar un programa destinado a ampliar las redes de 500 kV.
Según la revista y portal especializado DangDai “hay varias listas de obras posibles que se van alterando y cambiando de prioridades porque se negocian cada una con las provincias dependiendo del presupuesto y de la coordinación que hace Asuntos Estratégicos”.
Esta publicación señaló que: “En el último listado aparecen obras en varias líneas ferroviarias, de carga y de pasajeros; en aguas y saneamientos, la ampliación del Parque Solar Cauchari (Jujuy), puentes, puertos, corredores viales, obras de conectividad y fibra óptica, trasmisión eléctrica de las represas Kirchner y Cepernic en Santa Cruz, centrales eléctricas y viviendas, entre otras, todo buscando que impacten en la trama socioproductiva argentina”.
“A China también le puede interesar el polo logístico en Ushuaia, de cara a la Antártida, destacó DangDai. Y quiere participar, a través de Shanghai Dredging (de la gigantesca CCCC) de la licitación por la Hidrovía, entre los mayores emprendimientos. En el Presupuesto 2021 hay partidas previstas para algunas de esas obras, como ferroviarias y de energía atómica”.
Sin embargo, la obra más importante sería, según DangDai, la cuarta central nuclear. “Se negocian dos contratos. Uno es el comercial con la China Zhongyuan Engineering Corporation (CZEC), subsidiaria de la Corporación Nuclear Nacional China (CNNC), que incluye la cuestión del combustible nuclear a utilizarse. Y el otro es el financiero, a cargo del banco ICBC, pero del que participan otras instituciones bancarias como el Exim Bank de China”.
“La obra sería por un total de 8.500 millones de dólares, de lo cual China financiará 85% (a comenzar a saldarse 8 años después, cuando el reactor comience a generar energía eléctrica) y el presupuesto argentino 2021 ya contempla partidas para la obra”.
De concretarse estos proyectos, nuestro país estará recibiendo el volumen inversor más grande de su historia.