Este jueves 31 de agosto comienza el juicio por el homicidio de Federico Rey, sucedido el 22 de abril de 2020 en la UP 23 de Florencio Varela. La causa fue elevada a juicio como homicidio calificado, por haber sido cometido por un miembro del servicio penitenciario y mediante el empleo de arma de fuego, tiene como única imputada a la ex jefa del Grupo de Admisión y Seguimiento de la Unidad, Daniela Heidenreich. La acusada fue la que esa mañana, en el marco de una protesta de detenidos del pabellón 6, realizó los tres disparos con balas de plomo que provocaron la muerte de Federico Rey. La CPM patrocina a la familia de la víctima y, a la vez, participará como particular damnificado institucional en virtud de su rol de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura.
El juicio por jurados contra la ex jefa del Grupo de Admisión y Seguimiento de la UP 23 de Florencio Varela, Daniela Heidenreich, comenzará al mediodía de este jueves 31 de agosto, luego de que las partes y el juez técnico del debate (uno de los integrantes del TOC 1 de Florencio Varela) resuelvan la conformación final del jurado, que debe tener 12 miembros titulares y 6 suplentes.
El delito por el que se juzgará a Heidenreich es el de homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro del servicio penitenciario y mediante el empleo de arma de fuego. Cabe destacar que los otros dos imputados en la misma causa –Gabriel Darío Bergonzi y Gastón Darío Abila, ambos acusados por encubrimiento agravado- afrontarán la instancia de juicio en otro debate oral y público que se desarrollará a fines de septiembre.
De acuerdo a lo estipulado en las audiencias preliminares realizadas en las últimas semanas, se presentarán alrededor de 20 testimonios en el transcurso de una única jornada o, en caso de ser necesario, en dos días consecutivos hasta finalizar con el veredicto del jurado popular.
En su requerimiento de elevación a juicio, la Fiscalía 9 descentralizada de Florencio Varela consideró que está demostrada la responsabilidad de Heidenreich en el homicidio de Federico Rey, producido por “tres disparos con munición de guerra (cartuchos multipropósito con postas de plomo) efectuados desde los puestos de vigilancia 2 y 3 del muro perimetral del establecimiento carcelario y mediante el empleo de escopeta”.
Cabe recordar que, poco tiempo después del homicidio de Federico, el Juzgado de Garantías 8 de Quilmes a cargo del magistrado Adrián Villagra le dictó la prisión preventiva a la imputada por considerar que estaban cubiertos los dos extremos necesarios para tal determinación: riesgo de fuga y posible entorpecimiento de la investigación. De hecho, tras el homicidio la acusada no volvió a su lugar de trabajo y cuando la policía intentó detenerla en su casa no la encontró, y recién se entregó varias horas después.
En cuanto a las pruebas que pesan en su contra, todas las declaraciones testimoniales consignadas en la causa señalan a Heidenreich como la autora de los disparos que mataron a Federico. Sus compañeros y compañeras de la fuerza dijeron que sabían de la prohibición reglamentaria de usar bala de plomo dentro de la unidad. También aseguraron que no había peligro de fuga de los detenidos que estaban arriba del techo durante la protesta por falta de medidas para prevenir el contagio de coronavirus en la cárcel.
Los agentes penitenciarios aportaron otro dato de gran valor judicial para determinar la actitud de Heidenreich al momento de actuar: refirieron que cuentan con tres tipos de proyectiles y que el estruendo producido por los disparos con bala de plomo es muy distinto al resto de los proyectiles y, por lo tanto, no había forma de confundirse. Aclararon que la imputada tenía conocimiento en el uso de armas y trayectoria en puesto de vigilancia en cárceles: era imposible que no se hubiera dado cuenta de que estaba disparando con balas de plomo.
La tía de Federico Rey, Estela, se mostró esperanzada ante el inminente comienzo del juicio: “Queremos que se haga justicia, mi sobrino no se merecía lo que le hicieron y no hay nada que justifique el accionar de los penitenciarios. Tuvimos que luchar mucho para llegar hasta este momento, desmontar la versión falsa de la pelea entre detenidos y obtener las pruebas que demuestran la responsabilidad no sólo de quien lo mató sino también de quienes intentaron encubrir el asesinato de mi sobrino”.
“Estamos con expectativa pero también con mucho dolor porque se revive todo lo que tuvimos que pasar. Aquel 22 de abril de 2020 llegué de trabajar a las 21 y uno de mis sobrinos había visto en redes sociales la noticia de la muerte de Federico en la cárcel. No lo podía creer hasta que llamé a la unidad penal, y allí me informaron que había muerto tras una pelea con otro detenido. Fue la versión que los penitenciarios intentaron instalar desde el primer momento, Por eso estamos muy agradecidos con esta CPM que nos representa legalmente y nos acompaña en esta búsqueda de justicia”, agregó Estela.