En el marco de la causa “La Veloz del Norte II”, este martes 3 de octubre el Tribunal Oral Federal 1 de Salta comenzó a juzgar a Marcos Levin (exdueño de la empresa de ómnibus La Veloz del Norte), a José Antonio Grueso (exjefe de personal de la firma) y a Víctor Hugo Almirón (exjefe de la Comisaría Cuarta de la Policía salteña), por su presunta responsabilidad en el secuestro de 17 empleados de la firma en enero de 1977, durante la última dictadura cívica, eclesiástica y militar, luego de haber participado en reclamos sindicales. En un fallo – que aún no está firme – Levin ya había sido condenado a 12 años de prisión en 2016 por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos contra Víctor Manuel Cobos, hermano de una víctima y también trabajador de la compañía. Se trata de una causa emblema, por ser el primer empresario condenado por su participación en la última dictadura. Y ahora también se podría convertir en el primero en recibir dos condenas.
Durante la primer audiencia del juicio “La Veloz del Norte II”, este martes 3, dieron testimonio familiares y testigos de las víctimas.
El testigo Víctor Segovia, detenido y llevado a la excomisaría Cuarta de la Policía salteña, confirmó que junto a él había delegados detenidos de La Velóz del Norte y relató: “me acusaban de Montonero y me torturaron. Ponían música fuerte mientras nos picaneaban y nos pegaban con una goma”.
Por su parte, Víctor Manuel Cobos, otro testigo, que en esa época era conductor de larga distancia de los coches de La Veloz del Norte, delegado en la empresa y en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Salta, contó que también fue detenido y retenido durante meses en la misma dependencia policial, donde ocurrieron las torturas y donde confirmó que vio a Levin y a Grueso en el lugar: “me detuvieron dentro de la empresa. Todo estaba planificado por Grueso y Levin, con la policía. Nos golpeaban”.
En esta causa Marcos Levin está acusado de “privación ilegítima de la libertad, cometida con abuso y agravada por violencia y amenazas en concursos real, con imposición de tormentos, con el agravante de ser las víctimas perseguidos políticos”. Pidió seguir la audiencia por zoom, pero la próxima semana estará presente en la sala de juicio.
Levin ya había sido condenado a 12 años de prisión en 2016 por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos contra Víctor Manuel Cobos, hermano de una víctima y también trabajador de la compañía. Su caso es emblemático por ser el primer empresario condenado por su participación en la última dictadura.
Ambas causas, la anterior y la actual, demuestran la estrecha relación, complicidad y colaboracionismo de numerosos empresarios con la represión ilegal genocida de la última dictadura militar cívica, eclesiástica y militar.