Un jurado popular condenó a los agentes Emanuel González y Rodrigo Velázquez por el homicidio de Germán López García, entendiendo que fue cometido en exceso del cumplimiento del deber. Sebastián Romero y Carlos Nicolás Sala, los otros dos funcionarios policiales imputados en el caso y acusados de vejaciones, fueron absueltos. La Comisión Provincial por la Memoria fue parte de la querella en su calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura durante el juicio que se desarrolló la semana pasada ante el Tribunal en lo Criminal N° 2 de San Nicolás.
El caso ocurrió en mayo del 2021, cuando la víctima pidió asistencia médica para su mujer que se encontraba desvanecida en su domicilio y sin reaccionar. Desde el SAME pidieron asistencia policial porque sospecharon que la situación podía ser un caso de violencia de género -luego se corroboró que no era así-, pero al llegar al lugar la policía comenzó sin mediaciones a intervenir de manera violenta. Los dos agentes condenados le dieron a López García una feroz paliza, incluso ya tirado en el piso, donde lo patearon y pisaron a tal punto que terminó internado en el hospital, donde murió por un shock séptico producto de la rotura de sus órganos por la golpiza.
La semana pasada y frente a un jurado popular se desarrolló el debate oral que tuvo como acusados a los dos condenados, Emanuel González y Rodrigo Velázquez, y a otros dos de los policías que intervinieron y golpearon a la víctima y a su hijo discapacitado, aunque estos últimos, Miguel Sebastián Romero y Carlos Nicolás Sala, fueron absueltos en el veredicto que se conoció el último sábado tras el debate.
Durante el desarrollo del juicio la familia García pudo dar su testimonio: Elisa Noemí Lencina, su viuda, y Leoncio Germán López Lencina, víctima de los golpes policiales e hijo de Germán, pudieron detallar el impacto que la falta de Germán causó en sus vidas desde lo emocional y económico. También los vecinos describieron lo que pudieron ver y cómo fueron los hechos ese día. En sus declaraciones describieron cómo los policías atacaron con saña al padre e hijo; en el caso de Germán, siguieron golpeándolo cuando ya se encontraba reducido en el suelo y cubriéndose como podía de los golpes.
Las penas posibles que enfrentan los dos condenados van del año a los cinco años de prisión y cinco a diez años de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Ahora hay un cuarto intermedio a la espera de conocer la definición del tribunal sobre el monto de esas penas.