El economista Lavih Abraham opinó que las medidas económicas anunciadas por el gobierno de Javier Milei generan “que los salarios pierdan fuertemente poder adquisitivo, es decir que seamos un poco más pobres”.
El integrante del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) explicó que, en general, los programas económicos buscan la estabilización a través de un “ancla”. Esto quiere decir que se busca “a partir de cierto precio que quede clavado para que los demás precios no suban tanto. Siempre fue el dólar, pero en este caso el dólar se libera y el ancla pasa a ser el salario”.
Por lo tanto, Abraham comentó que el planteo de este plan económico es que “los trabajadores y trabajadoras congelen sus salarios, o no aumenten, a la par de los precios. Entonces, que no haya consumo, tampoco inversión y que baje la demanda en general de la construcción, del comercio, de los servicios, como el turismo, la gastronomía, y un aumento de la desocupación”.
La idea del equipo económico que lidera el ministro Luis Caputo es que “esta combinación recesiva, de una economía planchada, con fuerte desocupación y con pérdida de poder adquisitivo, frene la inflación”, opinó Abraham.
Consultado por el Informativo FARCO, el especialista en economía consideró que se viene “una economía difícil de transitar, mucho más dura para toda la población, particularmente para la clase media y los sectores populares”.
La puesta en marcha de lo que el gobierno nacional llama “paquete de urgencia económica” beneficiaría a sectores poderosos y acomodados de la Argentina, como por ejemplo las empresas exportadoras relacionados con el agro.
“Se van a beneficiar porque ahora sus dólares de exportación valen muchos más pesos, es decir por cada dólar que antes exportaban les daban entre 300 y hasta 600 pesos. Ahora van en un piso de 800 y hasta 1000 pesos. De la noche a la mañana pasan a ganar entre un 40 y un 60% más por la misma producción que ya tenían”, analizó Abraham. Esto no sería parte del plan, “pero básicamente se van a beneficiar estos sectores y van a perder los asalariados, jubilados y todos los que apuestan al mercado interno”.
“Los trabajadores van a perder poder adquisitivo y van a dedicar su poder adquisitivo a comprar comida y no van a comprar ropa. No van a salir de vacaciones y gastar en el sector turístico. No van a salir a comer afuera. Entonces, todos los empresarios dedicados al mercado interno van a ser también perjudicados”, concluyó.