Cerco represivo a la protesta contra la Ley Ómnibus

El gobierno de Javier Milei desplegó este miércoles 31 de enero un inmenso cerco represivo con fuerzas federales y locales para impedir la protesta popular contra la Ley Ómnibus.

Fotos: Nicolas Solo ((i))

Texto: Indymedia Trabajadoras/es

Mientras dentro del Congreso de la Nación tenía lugar una larga y bochornosa sesión -11 horas de debate sin dictamen, lo cual está denunciado penalmente- afuera el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, se dedicaba a lo que más le gusta: montar un fenomenal circo represivo con un despliegue absurdo y desproporcionado.

Cuadras y cuadras de vehículos, motos e hidrantes que trasladaron y desplegaron a centenares de efectivos de fuerzas federales, Gendarmería, Prefectura Naval y Policía Federal y locales, Policía de la Ciudad, en todas las direcciones alrededor del Congreso y un despliegue sobre Entre Ríos y Callao que avanzó sobre Rivadavia para impedir que la columna de asambleas barriales, que había convocado a las 17 horas, se pudiera conectar con los movimientos sociales del Frente Piquetero -Polo Obrero, MST y otras- que habían llegado al mediodía.

Las fuerzas represivas hostigaron a las y los manifestantes, atropellaron repetidas veces con los escudos y gasearon con un nuevo tipo de gas pimienta, más intenso y dañino: un “elemento novedoso” en la represión, “casi de tortura”, que causa lesiones de tipo urentes, señalaron los trabajadores de la salud que atendieron a las víctimas en la Posta Sanitaria.

En este marco de hostigamiento represivo se llevaron un detenido en Rivadavia y Callao.

Fotos: Indymedia Trabajadoras/es

Esta situación se desarrolló initerrumpidamente desde pasadas las 17 hasta bien caída la noche. Hacia las 20 se sumaron a la protesta organizaciones de la CTA Autónoma, ATE Capital, Subte, Sipreba y otros gremios, y llegaron más caceroleros. Minutos antes de las 22 horas se levantó la sesión y entró a cuarto intermedio. La protesta continuó, y la represión también, con la detención de cuatro jóvenes mujeres que estaban sentadas cantando el himno. Una era afiliada de la Unión Cívica Radical, cuya conducción partidaria salió a reclamar su libertad.

La UCR es un particular partido que declama institucionalidad pero sus diputados están dispuestos a cerrar los ojos bien fuerte ante el mamarracho que está teniendo lugar en el Congreso y aprobar la Ley Ómnibus de remate del Estado argentino sin mayores inconvenientes.

La sesión continúa este jueves.

Foto: Indymedia Trabajadoras/es

El nuevo gas pimienta

En el operativo represivo se usó por primera vez un nuevo tipo de gas pimienta, con coloración anaranjada o mostaza, que resulta mucho más dañino que el usual, que ya lo es bastante.

Franco “Paco” Capone, residente de Medicina General del Hospital Penna, uno de los trabajadores que atendió a manifestantes en la Posta Sanitaria, describió en Twitter el tipo de lesiones que trataron a causa del gas de color naranja que usaron las fuerzas represivas.

“Por el gas pimienta que usaron ayer: Sepan que los que atendemos cotidianamente represiones, sabemos que este elemento que usaron ayer es novedoso, casi de tortura. Al contacto con la piel genera quemaduras químicas con un dolor severo. Tuvimos que derivar al hospital vecinos”, señaló.

“Atendimos en la Posta sanitaria para la represión a más de 150 personas, jóvenes, mujeres, jubilados, docentes, incluso tuvimos que atendernos entre nosotros porque este gas al mínimo contacto con la piel comienza una lesión de tipo urente que no para ni con lidocaína (anestésico)”, continuó detallando el trabajador de la salud.

“Así y todo la resistencia fue total. Se vio la unidad de los trabajadores con las asambleas populares. Ni un paso atrás. Seamos Miles en las calles. El pueblo trabajador es la inmensa mayoría del país, los empresarios que se benefician con esta ley son solo un puñado”.

“Si sos estudiante o trabajador de la salud escribimos para sumarte a la Posta sanitaria contra la represión”, concluyó.

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