La Comunidad Mapuche Lof Yanten de la zona de Cerro Nevado, Mendoza, sufrió ayer un intento de desalojo compulsivo por parte del oficial de justicia de apellido Basile, acompañado de más de 20 agentes de policía, y personas contratadas por Luis Abrego de La Sarita SA que llevaban una orden de desalojo en contra la familia Acosta, a pesar de que la Comunidad fue relevada por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas en el 2022.
Foto: Inai.
Redacción: Laki Quispe Pérez
El territorio está ubicado al lado sureste del cerro Nevado de los departamentos Malargue y San Rafael de la provincia de Mendoza. Para llegar hay que recorrer una gran distancia, por caminos totalmente deteriorados y a veces inexistentes por los efectos de las lluvias y en total abandono de mantenimiento. El territorio comunitario está muy alejado de la Ciudad de Malargüe, con parte en San Rafael.
El hecho ocurrió, cuando personal de la justicia, empleados civiles, junto a un operativo policial irrumpió en el lugar provocando tensión cuando la Comunidad realizaba su actividad tradicional de rodeo. Según un comunicado de la Comunidad, explicó que en el sitio “no posee más comunicación que un sistema VHF del Comando de San Rafael y una frecuencia de Defensa Civil”; sin embargo, este último, “fue desconectado por quienes fueron a desalojar”. La situación a la que se expuso a la Comunidad con la incomunicación en el marco de un desalojo ilegal era “realmente una redada como en los viejos tiempos de la conquista, comprando voluntades políticas, judiciales y contratando matones”. No obstante, la Comunidad pudo comunicar la situación con el abogado defensor y a la Organización.
Pocas horas después, cuando “ya habían cargado dos camionetas y trasladado muchos bienes de las familias al medio del campo, habían desconectado la luz solar, la comunicación y arengado expresiones racistas contra los Pueblos Originarios”, llegó la notificación de la Corte que ordenaba la suspensión del desalojo.
Esta avanzada contra la Comunidad no es la primera. La disputa la encarna sectores privados que poseen intereses en la zona por el agua, pues “este elemento de vital importancia hace que ese territorio tenga condiciones particulares para el ganado”, explicó Aliwen, Werken de la Comunidad We Newen, que se hizo presente en el lugar. Por otro lado, ese territorio es la última zona que no han podido, estos sectores, adueñarse; a diferencia de la mayoría de los territorios alrededor del cerro Nevado. “Algunos de los propietarios son dueños de canales de televisión y también quieren cobrar algunas que otras regalías petroleras”, apuntó Aliwen.
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