A un año de la profundización del genocidio en Gaza y Cisjordania por parte del Estado de Israel, se realizó un acto de denuncia y solidaridad en el centro político de la Argentina, ante la sede de un Poder Ejecutivo rabiosamente alineado con la entidad sionista.
Fotos: Nicolas Solo ((i)). Redacción: Indymedia Derechos Humanos.
Basta de genocidio, clamaron las y los manifestantes en Plaza de Mayo este 7 de octubre, al cumplirse un año de la operación conjunta de organizaciones palestinas “Inundación de Al-Aqsa” que dejó en evidencia la vulnerabilidad del ejército ocupante sionista, y que desató el feroz recrudecimiento de la ofensiva genocida sobre Gaza en primer lugar, pero también contra Cisjordania y ahora, el pueblo libanés.
En este último año, al menos 42.253 palestinos fueron asesinados -entre ellos, 17 mil niñas y niños- y 102.292 heridos. Hay al menos 10.000 personas desaparecidas, presumidos muertos bajo los escombros. El 96% de la población gazatí enfrenta altos niveles de inseguridad alimentaria y más de 50.000 niñes sufren desnutrición aguda.
Estos datos del genocidio en curso son invisibilizados por una cobertura mediática casi unánimamente alineada con la narrativa del sionismo, que pretende victimizarse mientras arrasa con un pueblo entero.
La ofensiva del Estado de Israel ha desplazado en el último año a casi dos millones de personas, destruyendo sus hogares, sus escuelas, sus hospitales, reduciendo a escombros a ciudades enteras.
Este es el objetivo último del sionismo, frente a lo cual todo lo demás, incluyendo la humanidad más básica, queda relegada: robar y ocupar tierras, masacrando a sus pobladores, escudándose en supuestas justificaciones religiosas que provienen del Antiguo Testamento.
Un genocidio con armas del siglo XXI con argumentos que provienen de seis siglos antes del nacimiento de Cristo.
Compartimos el documento del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino:
CESE DEL GENOCIDIO CONTRA EL PUEBLO PALESTINO. ALTO AL FUEGO EN PALESTINA, LÍBANO, YEMEN Y SIRIA
A un año de la profundización del genocidio y aniquilación en Gaza y Cisjordania, lejos de aceptar una tregua, el Estado terrorista de Israel redobla su espiral de violencia con una nueva ofensiva al Líbano, Yemen y Siria. Ha contado todo este tiempo con las armas y el apoyo económico de Estados Unidos, la ayuda material de buena parte de Europa y el silencio cómplice del resto de países, salvo honrosas excepciones.
Desde el 7 de octubre de 2023, más de 40.000 personas fueron asesinadas en Gaza, 16.500 eran niñas y niños; estimaciones indican que la cifra real podría ser altamente superior. Cerca de 10.000 personas se encuentran desaparecidas y más de 100.000 heridas y mutiladas. Israel ha destruido la mayor parte de sus casas, rutas, escuelas e infraestructura de provisión de agua. Casi todos los hospitales se encuentran demolidos o inhabilitados, mientras la población enfrenta millones de casos de enfermedades infecciosas, lesiones y una hambruna sin precedentes. En Jerusalén, la continuidad de los ataques e intromisiones a la mezquita de Al-Aqsa dan cuenta de la voluntad de arrasar con todo vestigio de la cultura árabe. En Cisjordania, más de 700 personas fueron asesinadas en estos 12 meses, 160 eran niñas y niños. Como en Gaza, se agudizaron los ataques e incursiones a los principales campamentos de refugiados (Yenin, Tubas, Tulkarem, Al Khalil, Ramallah) y ha recrudecido la violencia de los colonos sionistas, verdaderas organizaciones terroristas apoyadas por el gobierno de Israel para avanzar en su estrategia de hostigamiento, desplazamiento y ocupación.
Sin lograr su objetivo de doblegar la resistencia del pueblo Palestino, Israel decidió ampliar la escalada de violencia a toda la región, arremetiendo contra el Líbano, Siria y Yemen, asesinando a varios líderes, como el caso reciente de Hassan Nasrallah. Tan sólo en Líbano, en menos de un mes, más de 1000 personas fueron asesinadas y alrededor de 1 millón desplazadas.
El mundo entero ha sido testigo en estos 365 días del horror registrado minuto a minuto y de la enorme valentía del pueblo palestino en la defensa de su territorio, su historia y su cultura. Hemos visto en este tiempo movilizaciones en solidaridad con Palestina en cada continente, encabezadas mayormente por jóvenes. El llamado a Boicot, Desinversión y Sanción (BDS) a Israel ha logrado resultados en varios casos, como la suspensión de venta de carbón por parte de Colombia y las licencias de armas por parte del Reino Unido. Otros países avanzaron reconociendo a Palestina como Estado legítimo, como España, Noruega e Irlanda.
Las acciones a nivel mundial lograron pronunciamientos de la Corte Internacional de Justicia; los gobiernos de Colombia, Brasil, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba anunciaron su apoyo a la decisión de Sudáfrica de presentar una demanda ante este organismo. Más recientemente la Asamblea de las Naciones Unidas, se pronunció en igual sentido, exhortando a las naciones a no reconocer la ocupación ilegal de Israel en territorio palestino, y en virtud de las obligaciones del derecho internacional, a adoptar un embargo militar, económico y comercial, de continuar la situación de ilegalidad.
En Argentina, el gobierno de Milei se alineó desde el primer día con Israel, acompañando las políticas imperialistas de EE.UU en los organismos internacionales, promoviendo además la persecución y criminalización a toda voz crítica antisionista. Por otro lado, avanzan los acuerdos provinciales que desde la gestión anterior se vienen firmando con Mekorot, la empresa estatal de aguas israelí denunciada por cometer crímenes de lesa humanidad y robar este bien esencial al pueblo palestino.
Sin embargo, por más que al gobierno le pese, en Argentina la lucha del pueblo Palestino se mantiene viva y presente. En todos estos meses, vimos flamear la bandera Palestina en las manifestaciones contra el DNU y la ley bases, contra el hambre y los despidos, en las luchas por los derechos de las mujeres y diversidades, en las marchas en defensa de la educación y les jubilades, en las movilizaciones contra el RIGI y la defensa de nuestros bienes comunes, en las luchas de nuestros pueblos originarios.
A un año del 7 de octubre, desde el Comité argentino de solidaridad con el pueblo palestino, integrado a su vez por por numerosas organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas, sindicales, feministas, árabes, musulmanas, judías y cristianas, convocamos a renovar nuestro reclamo al gobierno nacional y a los diferentes bloques parlamentarios:
¡Alto el Fuego Ya en Palestina, Siria, Yemen y el Líbano! ¡Fin al genocidio en Gaza!
¡No a la ocupación y anexión de Cisjordania! ¡No a una nueva Nakba!
¡Fin de las relaciones diplomáticas y comerciales de Argentina con Israel!
¡Fuera Mekorot de nuestros territorios! ¡Del río al mar, Palestina libre!