Esa cifra equivale al 12% del Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina, que es todo lo que produce el país en un año. Entre esos ganadores del sistema están Marcos Galperin (Mercado Libre), Paolo Rocca (Techint), Hugo Sigman (laboratorios) y Javier Madanes Quintanilla (FATE). Esto ocurre mientras el 53% de la población está por debajo de la línea de la pobreza. El ajuste de Milei solo profundiza una desigualdad que es resultado del funcionamiento del sistema capitalista.
Millonarios cada vez más millonarios. En Argentina las 50 personas más ricas del país tienen fortunas que equivalen a alrededor de USD 78.000 millones. El monto equivale al 12% del Producto Bruto Interno (PBI), la totalidad de la riqueza que la clase trabajadora de un país crea a lo largo del año. Esta cifra supone un incremento del 68% respecto al ranking de 2020. Pone en evidencia como, en un contexto de empobrecimiento de las grandes mayorías trabajadoras, un sector de la clase capitalista continuó enriqueciéndose.
Magnates del ranking de Forbes
Encabezando la lista se los grandes multimillonarios argentinos está Marcos Galperin, con un patrimonio de 8.500 millones de dólares. Dueño y CEO de Mercado Libre, el empresario vive en Uruguay para no pagar impuestos en la Argentina. Activo defensor del Gobierno de Milei y sus políticas de ajuste, se ha beneficiado en todos los gobiernos -más allá del signo político- con beneficios fiscales por parte del Estado. Sin ir más lejos, en 2020, con votos del Frente de Todos y el macrismo, se votó una actualización de la Ley de Economía del Conocimiento, que le otorgó y le otorga enormes exenciones.
En segundo lugar, están Hugo Sigman, Silvia Gold e hijos. Tienen estimada una fortuna de 6.300 millones de dólares. Se trata de los dueños y fundadores de Insud Pharma, un conglomerado farmacéutico que durante la pandemia se benefició de enormes apoyos por parte del Estado nacional.
Alejandro Pedro Bulgheroni, de Pan American Energy (PAE), una de las petroleras más importantes del país, está en el tercer lugar. Este empresario, como todo el sector de petróleo y gas, ha recibido enormes beneficios por parte del Estado en diversos gobiernos, con leyes hechas a medida para garantizar su rentabilidad.
El cuarto lugar lo ocupa Luis Pérez Companc. Tiene una riqueza estimada de 4.200 millones de dólares y es la cabeza del grupo Molinos Río de la Plata y de la energética Pecom. El grupo Molinos ocupa una posición monopólica en el sector alimenticio, donde tiene un enorme control en sectores como la producción de aceites o de fideos, elementos esenciales en la dieta de los sectores populares. En ese sector es donde se registraron algunas de las subas más importantes en el último año, a costa del hambre el pueblo trabajador.
El quinto lugar en la lista lo tiene Paolo Rocca, que encabeza el grupo Techint. En su caso se estima una fortuna de 4.100 millones de dólares. El grupo Techint es un oligopolio que tiene peso en el sector siderúrgico y petrolero. Su sede central está en el Ducado de Luxemburgo, pequeño país conocido por las enormes ventajas fiscales que le otorga a grandes capitalistas, permitiéndoles evadir impuestos en sus países de origen.
Entre esos 50 multimillonarios está, también, Javier Madanes Quintanilla, el empresario dueño de Fate (neumáticos) y de la siderúrgica Aluar. Su fortuna está calculada en USD 1.500 millones. Es uno de los grandes ganadores del último período. Hoy, afirmando tener una crisis que no tiene, busca flexibilizar las condiciones laborales de los trabajadores de la planta de neumáticos ubicada en San Fernando.
También están Alberto y Pablo Roemmers, cabeza de una transnacional, con enorme peso en el sector de laboratorios. Su fortuna se estima en USD 2.400 millones. Junto a Sigman, son parte de quienes vienen amasando millones con las subas siderales de los medicamentos que permitió el gobierno de Milei. Esa suba que lleva a que millones de jubilados y jubiladas no puedan directamente comprarlos.
Eduardo Eurnekian, el empresario que catapultó a Milei a la política, es otro gran ganador. Su fortuna actual está estimada en USD 3.500 millones. En 2020 tenía USD 1.100 millones. Es decir, casi duplicó su fortuna en cuatro años. Es dueño de Aeropuertos 2000, empresa que funciona en todos los aeropuertos del país. Además, tiene inversiones en la televisión por cable y otras áreas. Como el resto de la lista, ha gozado de beneficios por parte del Estado siempre.
Mientras un sector reducido de la sociedad amasa fortunas cada vez más grandes, la inmensa mayoría de la población se empobrece. El ajuste salvaje de Milei profundiza una tendencia que existió en los gobiernos y que tiene carácter internacional. El capitalismo es un sistema que genera desigualdad en sí mismo. No existen ningún control o “regulación” que pueda impedir esa dinámica. A lo sumo, existen medidas paliativas que limitan el hundimiento de los sectores más humildes.
Sin embargo, la realidad de la economía internacional, más aún desde la crisis de 2008 en adelante, es de un crecimiento sostenido de la desigualdad. El llamado “Mercado”, en sí mismo, solo acrecienta esa tendencia, empobreciendo a millones y enriqueciendo a una minoría. La “regulación estatal” no puede, tampoco, revertir esa tendencia. El Estado responde al interés de esa elite económica, que se sigue enriqueciendo.