En 2008 la UTA solicitó al CONICET la realización de una investigación alrededor de la salud de los choferes de líneas de colectivo. Esta investigación arrojó datos interesantes alrededor de la insalubridad en dicho sector. Pese al reconocimiento de que la tarea es insalubre, y que los trabajadores pueden jubilarse a los 55 años, el convenio de la actividad mantiene jornadas de ocho horas y la posibilidad de extenderlas con horas extras a doce.
Por Omar Rombolá para Karne de Máquina.
Aquí un breve resumen de la investigación y algunas consideraciones que siguen siendo vigentes.
Desde el año 1992, la jornada laboral de los choferes de colectivo es de 8 horas, con la posibilidad de agregar hasta 4 horas extras.
En el informe titulado “Trabajo, sueño, alerta y estrés en conductores de colectivos” fue realizado entre enero y diciembre de 2008, desarrollado por un equipo médico del CONICET, se entrevistaron y observaron un total de 1.043 choferes y a 48 se le realizaron evaluaciones fisiológicas. La investigación fue realizada por dos médicos con prestigio internacional: el investigador del Conicet y director del departamento de Investigación de la Facultad de Medicina de la UCA, Daniel Cardinali; y el jefe de Neumonología del Hospital Austral y especialista en trastornos del sueño Daniel Pérez Chada.
El trabajo citado arrojó los siguientes datos y consideraciones:
Somnolencia, fatiga y estrés
“…más de la mitad de los choferes sufre de alteraciones del sueño y maneja con somnolencia, muy estresados y fatigados; ocho de cada diez tienen sobrepeso, hipertensión, fuma o trabaja bajo algún factor de riesgo cardíaco y, en todos los casos, su capacidad de reacción ante un alerta decae muy fuertemente a partir de la quinta hora de trabajo.
El 55% de los choferes sufre somnolencia diurna. Seis de cada diez duerme mal. Los choferes del turno mañana descansan casi una hora menos que los del turno tarde. Más de la mitad de los choferes dijo tener un estado de salud “regular o malo”.
Riesgo de accidentes
Esta cuestión sin duda influye en la posibilidad de accidentes dónde se pone en juego la integridad del trabajador, los pasajeros y peatones. “…la mayoría de los choferes dijo que cumplir sus horarios “implica conducir en forma insegura” (85%) o “sin cumplir las reglas de tránsito” (88%).
…el 95% de los encuestados reconoce que el alerta es importante para la seguridad, aunque el 75% dice que es común manejar fatigado.
Más de la mitad de los colectiveros dijo tener en forma “usual, casi permanente o permanente” sensaciones de cansancio físico y mental, tensión y ansiedad. El número de accidentes viales reportados por pacientes con apneas de sueño es hasta siete veces mayor que en el resto de la población.”
Sobrepeso, diabetes, hipertensión, hemorroides y tabaquismo
Ocho de cada diez conductores tienen problemas de peso, y la mitad de ellos fuma un promedio de 17 cigarrillos diarios. El 24% padece hipertensión.
Los trabajadores padecen patologías crónicas originadas por el estrés por soportar el tránsito durante horas, atender puertas, máquinas expendedoras de boletos y timbres al mismo tiempo, al mismo tiempo son víctimas de maltrato debido a los problemas estructurales del servicio, que exasperan a los pasajeros.
El 24 % de los choferes presentan hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Es el oficio con más cantidad de muertos por infartos.
Otra patología son las hemorroides, el colon irritable y úlceras.
Problemas Lumbares, cervicales y Renales
Los colectiveros sufren desviaciones de columna y problemas en las cervicales y hernias de disco. También son víctimas trauma acústico. En relación a los riñones y vías urinarias, los choferes presentan trastornos por trabajar sentados en vehículos mal acondicionados, con mala amortiguación.
La actitud patronal, el lucro sobre la salud
Las empresas de transporte no llevan adelante los exámenes médicos que estipula el convenio, ni respetan la reglamentación en cuanto a jornada laboral y descansos.
Las ART no reconocen estos problemas como laborales, incluso niegan licencias y cambios de tareas a pesar de las dolencias.
La conclusión de los investigadores:
“Los colectiveros tienen un precario estado de salud, directamente vinculado con el estrés derivado de las condiciones de conducción. Es evidente que la reducción del horario de trabajo a 6 horas y una adecuada campaña educativa son las medidas más urgentes a tomar”.
Palabras finales
El ruido de la calle y la monotonía de la tarjeta SUBE marca para muchos laburantes el inicio y el fin de cada jornada, en ese contexto los choferes de colectivo atraviesan una bitácora invisible, la que no se reconoce en ningún informe de Tránsito ni del Ministerio de Salud.
Empuñando un volante miles de conductores dejan su vida en el altar de la ganancia empresaria, transformar el cuidado de la salud en bandera de lucha plantea la necesidad de romper paradigmas, no todo es plata, también está en juego nuestra salud, nuestra dignidad y nuestra vida.