Un grupo de trabajadores y delegados autoconvocados del ingenio Ledesma se encadenó esta semana en el portón principal de la planta azucarera, en Libertador General San Martín, para denunciar una nueva tanda de despidos y la complicidad entre la empresa, el Gobierno provincial y la conducción sindical.

Por Omar Rombolá Para Karne de Máquina
La medida de fuerza surge en medio de un clima de creciente tensión laboral: solo en los últimos meses fueron despedidos al menos diez operarios, entre ellos varios exdelegados y referentes gremiales. En lo que va del año, los cesanteados ya superan los 220, dejando a cientos de familias sin sustento.
“Jamás vivimos una situación tan violenta como la que estamos atravesando hoy. Por eso decidimos encadenarnos. Somos más de 30 delegados diciendo basta”, expresó Gonzalo Mercado, uno de los voceros de la protesta, en diálogo con AM 750.
Según el trabajador, los grandes medios locales “silencian la realidad de los ingenios y del pueblo jujeño por obedecer a los intereses empresariales”.
Desde el acampe, los obreros señalan que el conflicto tiene un trasfondo político y económico claro: la utilización de un tope indemnizatorio congelado desde 2021, que permite a las patronales despedir “a precio de ganga”.
“Despedir sale barato, porque el Gobierno y el sindicato miran para otro lado. Nunca quisieron levantar el tope, y eso habilita a la empresa a avanzar con total impunidad”, sostuvo Mercado.
Los trabajadores aseguran que lo que ocurre en Ledesma no es un hecho aislado, sino parte de una avanzada empresarial que busca imponer una reforma laboral de hecho, disciplinando con despidos y bajando los salarios a niveles de indigencia.
“Nos quieren oprimir con miedo, pero la historia demuestra que lo único que nos dio conquistas fue la organización desde abajo y la lucha colectiva”, afirmaron desde la asamblea obrera.
El acampe y la permanencia frente a la planta continuarán “hasta que haya una respuesta real y se reincorpore a todos los despedidos”.
“Le decimos basta a la empresa, al Gobierno cómplice y a un sindicato ausente. No nos vamos a mover hasta que se respete la dignidad obrera”, concluyeron los trabajadores encadenados.


