Verdad y justicia: 9 años sin Berta Cáceres

Se cumplió el noveno aniversario del asesinato de Berta Cáceres, reconocida líder indígena lenca y defensora de los derechos humanos y del medio ambiente en Honduras. A casi una década de su crimen, el proceso judicial ha avanzado con condenas a los autores materiales, pero aún quedan pendientes la identificación y el procesamiento de los autores intelectuales.

A continuación, compartimos una gacetilla informativa elaborada por COPINH desde Honduras, con antecedentes sobre los avances y desafíos en la búsqueda de justicia por este crimen, así como sobre la situación actual de los defensores del territorio en Honduras. Enseguida, presentamos una serie de contenidos sobre la vida y el legado de Berta Cáceres.

9 años sin Berta Cáceres: que no sean 10 sin justicia

(Gacetilla informativa COPINH) La Esperanza, Intibucá – El 2 de marzo de 2025 se cumplió nueve años del asesinato de Berta Cáceres, líder indígena lenca y defensora de los derechos de los pueblos y del medio ambiente en Honduras. A casi una década de su crimen, el proceso judicial ha avanzado con condenas a los autores materiales, pero persisten desafíos en la identificación y procesamiento de los autores intelectuales.

En noviembre de 2024, la Corte Suprema de Justicia de Honduras ratificó las sentencias contra los siete condenados por el asesinato de Cáceres y el intento de asesinato de Gustavo Castro. Entre ellos, David Castillo, exmilitar y presidente de la empresa DESA, fue señalado como coautor del crimen. Sin embargo, la reducción de su condena por parte de la Corte ha generado cuestionamientos sobre la independencia del sistema judicial hondureño.

Asimismo, el pleno de la Corte Suprema confirmó la condena de Sergio Ramón Rodríguez Orellana a 30 años de prisión por su participación en el asesinato de Cáceres.

La violencia contra defensores del territorio sigue siendo una preocupación en Honduras. El 14 de septiembre de 2024, el defensor ambiental Juan López fue asesinado pese a contar con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), reflejando la persistencia de los riesgos para quienes defienden el medio ambiente y los derechos humanos en el país.

En este contexto, la conformación del Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI) ha sido un paso clave en la investigación de responsabilidades intelectuales del crimen de Berta Cáceres, así como en la identificación de posibles delitos conexos de corrupción y fraudes financieros.

El legado de Berta Cáceres sigue presente en la lucha de los pueblos indígenas y movimientos sociales en Honduras y el mundo. Su compromiso con la defensa de la vida y los territorios continúa inspirando a nuevas generaciones de activistas y defensores de derechos humanos.

El legado de Berta Cáceres

Ver video Berta Cáceres en el premio Goldman

“Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal. ¡Despertemos¡ ¡Despertemos Humanidad¡ Ya no hay tiempo”, decía Berta Cáceres al momento de recibir el Premio Ambiental Goldman, once meses y tanto antes de que fuera asesinada por sicarios del poder político y económico en Honduras, por defender la tierra, por defender las aguas, por defender a su pueblo y su cosmovisión.

Hace ya nueve años que se cometió el crimen que acabó con la existencia física de Berta, temibles intereses se confabularon para diseñar y ejecutar la acción con la que se quiso acallar la voz de la lideresa y fiel exponente de la resistencia ancestral indígena y hondureña.

Berta Cáceres llevaba años recibiendo graves amenazas de muerte, llegando incluso a ser encarcelada por su labor en la defensa de los derechos indígenas, y por lo mismo contaba con medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Berta Cáceres y el COPINH, habían venido siendo víctimas de hostigamientos por parte del Estado hondureño a través de la Policía Nacional, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) e incluso la jerarquía de la iglesia Católica, dado que el cardenal Óscar Andrés Rodríguez prohibió a los feligreses organizarse en COPINH y escuchar sus medios de comunicación comunitarios.

Berta Cáceres y el Copinh apoyaron a el caserío (poblado) Güise en Intibucá, sin embargo este fue desalojado violentamente y el caserío destruido el 25 de febrero de 2016. Berta había ofrecido una rueda de prensa en la que denunció que cuatro dirigentes de su comunidad habían sido asesinados y otros tantos habían recibido amenazas. Una semana después sería asesinada en su hogar por sicarios.

La mañana del 3 de marzo de 2016 Berta Cáceres se encontraba en su vivienda, preparándose para presentar alternativas al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, en la misma vivienda se encontraba el ambientalista mexicano Gustavo Castro. Los asesinos forzaron las puertas de su vivienda en La Esperanza para cometer el crimen,  posteriormente Castro escuchó cuando Berta preguntó: «¿Quién está ahí?», y un sicario le disparó y la mató e hirió a Gustavo Castro.

El relato de Amnistía Internacional

“Berta Cáceres fue una prominente líder indígena de Honduras, cofundadora y coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) asesinada en 2016 por su oposición a la construcción del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, una represa en el río Gualcarque, que es un lugar sagrado y vital para las comunidades nativas de esa zona del noroeste hondureño”, señaló la organización internacional de derechos humanos.

El organismo señaló en un reporte: “Berta no fue la única defensora de los derechos humanos asesinada aquel año debido a su trabajo pacífico. Y, desde entonces, han muerto violentamente centenares de defensores y defensoras más. Los responsables rara vez son llevados ante la justicia, lo que da pie a que continúen los ataques”.

Honduras, el país natal de Berta, sigue sin firmar el Acuerdo de Escazú, el primer tratado de derechos humanos ambientales de América Latina y el Caribe, que entró en vigor el 22 de abril de 2021 y que obliga a los Estados firmantes a proteger a las personas defensoras del medio ambiente.

Berta Cáceres, Premio Goldman y Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia


Berta recibió el Premio Goldman (el mayor reconocimiento del mundo para medioambientalistas, el denominado Nobel Verde o Nobel de Medioambiente) en 2015, un año antes de su asesinato. Y en el 2021, a título póstumo, el Parlamento Europeo le otorgó el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, un galardón que comparte junto a personalidades como Nelson Mandela.

El informe de Global Witness revela que tres cuartas partes de los ataques letales registrados contra activistas ambientales y de la tierra en 2020 tuvieron lugar en América Latina. Unas 165 personas fueron asesinadas en la región por defender su tierra y el planeta. A nivel mundial, se registraron 227 ataques letales, lo que supone un incremento por segundo año consecutivo. Honduras es el quinto país del mundo donde más personas defensoras de la tierra y del medioambiente fueron asesinadas durante el 2020, con 17 asesinatos.

10 frases por las que Berta Cáceres será siempre recordada


Berta Cáceres fue una defensora ambiental y de los derechos humanos. En la imagen, junto a gente de su pueblo.

«Y creo que en todo eso también hemos aprendido a que pese a que es muy duro, muy doloroso, hemos aprendido también a luchar con alegría. A luchar con alegría, con esperanza, con fe. Hemos aprendido a luchar en diversidad. Hemos aprendido a luchar con musica, con ceremonias, con espiritualidad. Donde nos acompañan nuestros ancestros y ancestras, nuestros Nahuales, nuestros espíritus. Eso es. Creo que eso es lo que nos alienta. Y saber que aquí no hay otro planeta de repuesto. Solo hay uno».

“Cuando iniciamos la lucha contra Agua Zarca, yo sabía lo duro que iba a ser. Pero también sabía que íbamos a triunfar. Me lo dijo el río”.

“Vos tenés la bala… Yo la palabra… La bala muere al detonarse… La palabra vive al replicarse”.

“Lo que nos inspira no son los premios, sino los principios. Aquí, con reconocimientos o sin ellos, hemos luchado y lo vamos a seguir haciendo”.

“Aquí es muy fácil que a uno lo maten. El coste que pagamos es muy alto. Pero lo más importante es que tenemos una fuerza que viene de nuestros ancestros, herencia de miles de años, de la que estamos orgullosos. Ese es nuestro alimento y nuestra convicción a la hora de luchar”.

“¡Despertemos! ¡Despertemos Humanidad! Ya no hay tiempo. Nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de sólo estar contemplando la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”.

“¡Los pueblos indígenas somos fuertes! A pesar de 522 años de opresión, de esclavitud, de exterminio. ¡Existir hoy como pueblos quiere decir haber demostrado la fuerza que tenemos!”.

“No es fácil ser mujer dirigiendo procesos de resistencias indígenas. En una sociedad increíblemente patriarcal las mujeres estamos muy expuestas, tenemos que enfrentar circunstancias de mucho riesgo, campañas machistas y misóginas”.

“El reconocimiento de los derechos de las mujeres no es un favor: es una obligación del Estado”.

“De los ríos somos custodios ancestrales el pueblo lenca, resguardados además por los espíritus de las niñas que nos enseñan que dar la vida de múltiples formas por la defensa de los ríos es dar la vida para el bien de la humanidad y de este planeta…”.

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