Las mujeres en la villa abortamos y hablamos de aborto

Respuesta pública al Padre Pepe de las Mujeres en Rebelión.

Una vez más los varones hablan por nosotras. Una vez más lo hacen desde su posición de poder. Una vez más los representantes de la Iglesia Católica hablan desde su moral. Una vez más lo hacen con absoluta ignorancia del tema y de nuestra realidad. Una vez más mienten.

El Padre Pepe volvió a realizar declaraciones profundamente discriminatorios y falsas en relación al aborto y su debate en las villas[1]. Por eso desde la organización Mujeres en Rebelión de feminismo popular de Villa Soldati decidimos responder. No desconocemos el trabajo del Padre Pepe en las villas y los asentamientos más pobres, pero repudiamos enérgicamente que hable por nosotras: Nosotras somos las mujeres que vivimos en el barrio Ramón Carrillo y Villa Fátima. Nosotras somos las mujeres que vivimos en la villa y abortamos.

Por eso, y porque exigimos ser escuchadas, vamos a responder una por una sus falsas afirmaciones que suponen un gran desconocimiento y una subestimación hacia nosotras.
Por un lado, afirmó que “los pobres no abortan” y que “No tiene la discusión que se da en la clase media”. En primer lugar, le queremos recordar algo que es obvio: las mujeres en la villa abortamos. Todas las mujeres y personas gestantes abortamos. Es parte de nuestras vidas. Nosotras, nuestras amigas, madres, hermanas, primas y vecinas abortaron, y lo van a seguir haciendo.

Nos llama profundamente la atención que una persona con tanto trabajo en villas desconozca esta realidad. Aunque probablemente lo haga porque es varón. Y ¿sabe qué Padre Pepe?: las mujeres abortamos a escondidas de los varones. ¿sabe por qué lo hacemos?: porque los varones piensan como usted, piensan que somos cuerpos obligados a gestar, obligados a parir y obligados a maternar. Ustedes en cambio pueden abandonar hijxs sin mayores complicaciones. A nosotras no se nos permite siquiera pensar en nuestros deseos. No se nos permite elegir. Porque siempre habrá algún varón, y sobre todo uno con poder, como Usted, que nos diga lo que tenemos que hacer.

Pero a pesar de ustedes, las mujeres y personas con capacidad de gestar de la villa no solo abortamos, sino que tenemos importantes discusiones sobre aborto. Hablamos de aborto, debatimos, aprendemos y, sobre todo, nos cuidamos entre nosotras. Estas discusiones y debates son las que nos liberaron, porque muchas de nosotras estábamos en contra del aborto hasta hace unos años. Y ¿sabe por qué?: porque durante siglos nos dijeron que abortar estaba mal, muy mal, que nosotras no podíamos elegir, que habíamos nacido para tener hijxs. Que si no nos cuidábamos y abríamos las piernas, nuestro destino estaba decidido. Incluso cuando no abrimos las piernas, sino que nos las abrieron a las fuerzas. Incluso cuando no nos cuidamos porque a los varones no les gusta cuidarse. Incluso cuando sí nos cuidamos pero no funcionó. En todos los casos, sea como sea, siempre es nuestra culpa y nuestra responsabilidad. Nacimos para ser madres y no podemos huir de ese mandato.

Sin embargo, Padre Pepe le queremos contar que las mujeres empezamos a hablar entre nosotras. Empezamos a conventillar, como nos gusta decirle a los encuentros que tenemos los sábados las mujeres en Rebelión. Empezamos a debatir y a discutir mucho, aunque usted no nos crea capaces de eso. Y son esas discusiones y charlas las que nos empoderan, las que nos dan las fuerzas para asumir que nuestro destino es el que nosotras elegimos.

Recuerde que Usted también dijo que en las villas y asentamientos “el debate sobre el aborto no causó reacción entre sus moradores porque aquí los hijos son sagrados”. En ese marco, dijo: “No tiene la discusión que se da en la clase media. La tendencia aquí es tener los chicos, en general se da eso”.

Lo invitamos a venir a conversar con nosotras, a escucharnos, a conocernos y a debatir. Porque tenemos algunas preguntas nosotras también para hacerle. Por ejemplo, Padre Pepe ¿Por qué lxs hijxs en las villas son más sagrados que lxs hijxs en la clase media?

Nosotras creemos que lxs hijxs son sagrados en la medida en que son deseados. Y nosotras, en las villas también tenemos deseos, también tenemos proyectos de vida, también somos capaces de decidir. ¿Por qué nos quita esta posibilidad? ¿acaso usted cree que por vivir en la villa no podemos elegir sobre nuestras vidas?

Y sí, claro que la tendencia aquí es tener chicos. Suponemos que sabe bien por qué: porque nos niegan la posibilidad de acceder a métodos anticonceptivos de calidad, porque nos impiden acceder a abortos seguros, porque cada vez que abortamos ponemos en riesgos nuestras vidas. Por eso la tendencia Padre Pepe. No porque acá las mujeres seamos “más buenas” y nos guste parir “los hijxs que dios mande”. Porque Dios no manda hijxs, los manda el patriarcado y quienes no nos dejan elegir sobre nuestras propias vidas.
Como bien sabe, nosotras somos juzgadas por todo lo que decidamos hacer. Porque en el fondo lo que ustedes nos quieren quitar es la posibilidad de decidir y de desear. Si decidimos ser madres jóvenes, si decidimos no tener hijxs, si decidimos tenerlos; siempre ustedes van a tener algo para decir. Desde su mirada somos locas, histéricas, malas madres, malas, siempre malas. Pero lo único que queremos es ser mujeres libres de decir sobre nuestras propias vidas.

Esperamos que se tome el tiempo de leer esta respuesta, porque nosotras no nos vamos a callar más. Queremos que nuestra voz sea escuchada y no interpretada por ningún varón, por ningún referente, por ningún representante de ninguna jerarquía. Y que de una vez y para siempre les quede claro que por nosotras solo hablamos nosotras.

[1] http://www.perfil.com/noticias/politica/el-padre-pepe-opino-sobre-la-despenalizacion-los-pobres-no-abortan.phtml.

Fuente: https://www.facebook.com/notes/mujeres-en-rebeli%C3%B3n/las-mujeres-en-la-villa-abortamos-y-hablamos-de-aborto-respuesta-p%C3%BAblica-al-padr/420730665079739/

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