Los amigos de Democracy Now! publican hoy una nota sobre el aniversario del 12 de Octubre, titulada “Adiós Colón, bienvenido «Día de los Pueblos Indígenas»”*. Les he hecho llegar el siguiente comentario:
Felicitaciones por no caer ni una sola vez en usar la malintencionada mistificación del nombre “pueblos originarios”.
Ahora bien: el tema es más complejo que el match “Colón vs. Pueblos Indígenas”. Lo dice (sin querer) el concejal David Grosso, al recordar que Colón no pisó el territorio del actual Estados Unidos. ¿Fue por eso —señor Grosso— más benévola la suerte de los indígenas de América del Norte?
La verdad es que no hay centímetro de la Tierra ni instante de la historia que haya escapado a la dinámica por la cual pueblos más numerosos, mejor organizados y con supremacía tecnológica (a veces bastaba solo con que fueran más numerosos), han avanzado sobre los dominios de sus vecinos, a quienes han desposeído, sojuzgado y, muchas veces, masacrado.
Algunos de ellos, aún hoy, hacen de estos crímenes el núcleo de su orgullo racial y religioso: por ejemplo, los judíos (léanse las Escrituras hebreas).
Particularmente, en América prehispánica (me refiero desde México hacia el sur, que es donde sé un poquito más) estas guerras étnicas tuvieron una actividad frenética, lo cual justificaba que los ejércitos fueran una prioridad para los imperios y que, en las parcialidades más modestas, los caciques fueran los guerreros más destacados y, mejor, si se habían apuntado con la mayor cantidad de enemigos (léase vecinos) muertos.
Termino: quien escribió la nota de referencia, seguramente está pisando una porción de tierra que en los últimos treinta mil años ha sido varias veces motivo de sangrienta disputa, y en la mayoría, o en la totalidad de ellas, no estaba Colón a la cabeza de los “malos”.
Saludos,
Juan
* https://www.democracynow.org/es/2019/10/11/adios_colon_bienvenido_dia_de_los