Un día como hoy, de 1974, muere sosteniendo su último combate contra el Ejército Mexicano en la sierra de Guerrero, el más grande rebelde de los últimos tiempos, el campesino, el maestro, “El Tigre de los Cerros”: Lucio Cabañas Barrientos.
Tras convencerse de la inutilidad de los medios pacíficos para combatir las balas de los ricos y del gobierno, Lucio Cabañas fundó la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres en 1967. Su objetivo: “destruir al sistema capitalista; abolir la propiedad privada, base y esencia de la explotación del hombre por el hombre; aniquilar a la burguesía como clase privilegiada, explotadora y opresora ya que el capital y la riqueza acumulada y concentrada en sus manos ha sido creada por el trabajo, el sudor y la sangre de la clase obrera, de los campesinos y de todos los trabajadores.”
La Brigada Campesina combatió con las armas en la mano, durante más de siete años, a la autoridad y a los ricos logrando dar muerte -según el gobierno de Estados Unidos- a ciento cincuenta elementos del Ejército Mexicano y haciendo efectivos más de treinta secuestros a empresarios y políticos.
El último político secuestrado por los revolucionarios guerrerenses fue el senador y candidato priísta al gobierno del estado, Rubén Figueroa. Buscando su rescate el Ejército Mexicano se concentró en la sierra de Guerrero con más de venticinco mil soldados pertenecientes a siete Batallones de Infantería.
Ante esta clara desventaja propiciada por la indiferencia del resto del país, la Brigada Campesina sostiene su último combate en la Sierra de Guerrero el 2 de diciembre de 1974. Algunos revolucionarios son capturados, Lucio Cabañas no les da el gusto y estando herido se quita la vida antes de su captura. Su cuerpo permaneció oculto por el gobierno durante décadas, sus familiares lo recuperaron en el 2002 y actualmente yace en la plaza principal de Atoyac de Álvarez, debajo de la estatua que su pueblo natal le construyó en su memoria.
“Yo le he asegurado a mi pueblo y a mi madre que no me dejaré matar, ni siquiera apresar porque no soy un delincuente, soy un profesor que ha querido servir a su pueblo y que por eso es perseguido… En tanto que las condiciones cambian nos mantendremos en nuestro refugio de la Sierra de Atoyac de Álvarez que fuera también refugio sagrado de Vicente Guerrero, donde vienen a parar y a salvarse grupos de hombres y mujeres que anhelan justicia y libertad.”
-Lucio Cabañas Barrientos (Atoyac de Álvarez, Gro, 15 de diciembre de 1938 — Técpan de Galeana, 2 de diciembre de 1974)