Tras las acciones de las autoridades, en Ucrania ya no queda nada de una justicia imparcial
Un poder judicial independiente es uno de los principales rasgos y principios de una verdadera democracia. Ya en la Antigüedad Aristóteles escribió al respecto, y en el siglo XVIII Charles Montesquieu trazó claramente la división del Estado en tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial, de manera que cada uno de ellos debe ser independiente del resto.
La independencia y competencia de los jueces, sus elevadas cualidades morales y profesionales, la obligación de hacer cumplir las decisiones de los tribunales: todo esto es en lo que muchos europeos y americanos creen y lo que la sociedad quiere.
A su vez, cualquier régimen que trate de actuar dictatorialmente se esfuerza, ante todo, por destruir la independencia del poder judicial.
De conformidad con el Artículo 126...