La carta de CFK puede abrir un inesperado camino a un alto el fuego
A última hora de la noche, en los tres campamentos se hablaba de paz, después de un día en el que la ruptura estuvo más cerca que nunca.
Por Nicolás Lantos.
Después de la carta se apagaron los teléfonos y el peronismo entró en estado de deliberación profunda, cada tribu reunida en su círculo y todas en contacto permanente. El mensaje de la vicepresidenta fue crudo y exhibió sin pudores las diferencias, a veces exasperantes, que tiene con Alberto Fernández respecto al rumbo del gobierno en el que son socios y cuyo destino, inevitablemente, comparten.
Algunos lo leyeron como la consumación de una ruptura, aunque el texto escondía, entre estocadas, una propuesta para deshacer el nudo en el que se enredó el Frente de Todos durante las 72 horas fatales que siguieron...