Si hay que volver a algo, que sea a la Tierra
El 22 de abril se conmemoró un nuevo día internacional de la Tierra. Desde que organizaciones de diversos países impulsaran esta iniciativa, nunca había habido una actitud humana que posibilitara a la Tierra respirar, a las toninas volver a saltar las olas de los puertos quietos; a zorros, águilas, cóndores, ciervos, pumas, acercarse a los espacios antes propios, sin miedo, casi felices, haciéndonos ver que se puede compartir la vida cuando la obsesión del dominio no atraviesa las relaciones.
Esto ocurre en un contexto lleno de incertidumbre para la especie humana, los profetas del crecimiento económico infinito y del solo mirar hacia adelante, sin importar los impactos de sus pasos, ahora recogen el despreciado verbo que por siglos escucharon en boca de indígenas y campesinos:...