La devaluación acentuó la transferencia de ingresos hacia el sector del capital.
En el segundo trimestre, los trabajadores se quedaron con menos porciones de la torta y por esa misma razón el capital logró capturar un poco más. La devaluación y el tarifazo, que dispararon a la inflación e impulsaron la caída del salario real, afectaron a la distribución del ingreso y alejaron a los asalariados del célebre fifty-fifty. De esta forma, en el segundo trimestre la participación de los sueldos en el total del ingreso cayó a 45,2%. Una caída interanual de 2,9 puntos, que tuvo su correlato en un crecimiento de 2,3 puntos en la participación del excedente de explotación, que llegó a 45,9%.
La perspectiva para los siguientes trimestres es que el escenario distributivo se siga deteriorando: lo más fuerte de la devaluación continuó durante el tercer trimestre y su traspaso a precios se sigue viendo en octubre.
Un dato a destacar acerca de la disparidad distributiva: tal como le explicó a BAE Negocios el analista Daniel Schteingart, los asalariados representan al 75% de las personas que generan el ingreso nacional y los patrones apenas al 4%. Más claro: si se tratara literalmente de una torta de chocolate que se distribuye entre 100 personas, casi la mitad de esa torta (el 45,2%) se la comerían los 75 asalariados y la otra casi mitad (el 45,9%) se la comerían sólo 4 patrones. El resto, el 10,7%, se lo comerían los 21 cuentapropistas.
La cuestión del fifty-fifty tiene un poder simbólico fuerte en la Argentina, aunque en los países desarrollados la distribución capital-trabajo es bastante distinta: en los países desarrollados la participación asalariada ronda el 60%.
El investigador del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (CEPED), Juan Graña, destacó: “Lo de fifty-fifty como algo ideal y correcto no tiene sustento. Como para darse una idea, cuando surgió el concepto, Estados Unidos estaba en 65% para los asalariados. Hoy los países desarrollados están cerca del 60% y en los 70 estaban arriba de 65%. Nuestros números de participación asalariada son altos para América Latina pero no son nada destacables. México da alrededor de 35%. Brasil da alrededor de 45%”. El también investigador Javier Lindenboim, explicó que parte de la diferencia con los países desarrollados aparece por los cuentapropistas, es decir los no asalariados, que tienen mayor incidencia en Argentina.
Más allá de que el fifty-fifty no sea un nivel de distribución ideal, el dato publicado ayer por el Indec muestra que la dinámica tiende a alejarse. Si bien el organismo oficial no cuenta con datos hacia atrás del 2016, el CEPED realizó su propia estimación: en 2015 la participación asalariada estuvo en torno a 52%.
Para este año tanto Lindenboim como Graña esperan que el deterioro continúe. “La aceleración de la suba de precios a partir del segundo trimestre y una conjunción de paritarias contenidas con pocos convenios en vigencia al principio del año explican la caída, que muestra el inicio de una situación extremadamente complicada. Y el tercer y cuarto trimestre es posible que den más desfavorables”, dijo Lindenboim.
Y coincidió Graña: “Salarios creciendo por debajo de la inflación y que comparan con un PBI que sube en términos corrientes. Es esperable que haya deterioro de este indicador hacia adelante”. En ese sentido, para este año el cálculo de Invenómica es que los salarios reales caerán 11% en promedio, lo que representará la contracción más grande desde la brutal merma de 25,4% que se registró en 2002. Para Graña, si la dinámica sigue tal como viene, el total del año podría cerrar hasta 3 puntos por abajo del 45%.
Además el investigador del CEPED destacó algunas dinámicas negativas hacia dentro del sector asalariado: “En el segundo trimestre los puestos asalariados crecieron 1,4%, o sea que son más puestos, y a la vez perdieron participación en la torta, es decir que ahora se reparten menos entre más. Además, los no asalariados crecieron 3,9%, así que también son más. Pero su participación, a la que el Indec llama ingreso mixto, quedó quieta en 10,7%. Que sean más pero participen lo mismo implica que sus ingresos son menores a los de antes”.