Un nuevo informe sobre la situación de las empresas recuperadas alerta sobre los efectos del plan de Cambiemos contra las economías alternativas, y destaca la capacidad de lucha del sector.
“La producción está en baja debido al contexto macroeconómico (caída del salario y del consumo, recesión con inflación, megadevaluación y dolarización de costos, apertura de importaciones, tarifazos de gas, electricidad y agua)”, advierte en una de sus conclusiones el Sexto Informe sobre la situación de las Empresas Recuperadas por Trabajadores/as, elaborado por el programa Facultad Abierta, dependiente de la Secretaría de extensión Universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, que desde el 2002 realiza relevamientos sobre las ERT.
El texto, que será presentado oficialmente la semana próxima, detalla la situación actual de las empresas recuperadas y el impacto en las cooperativas de las políticas generales y específicas del gobierno de Mauricio Macri, que afectan la producción y el consumo para el mercado interno, entre las cuales el tarifazo de los servicios públicos es el más apremiante.
El estudio señala que el universo de 384 empresas, que ocupan a 15.525 trabajadores/as (47% en el Área Metropolitana de Buenos Aires y el resto en 22 provincias) está siendo afectado profundamente, tanto por las consecuencias de la política económica general como por decisiones particulares de distintas instancias de gobierno que las tienen como blanco.
Hasta diciembre de 2015 el panorama era de expansión, en número de empresas y de trabajadores. Aunque las recuperadas surgen para preservar el trabajo en condiciones críticas, la apertura indiscriminada de importaciones afectó seriamente la producción en casi todos los sectores, especialmente los industriales. Y la baja del consumo a prácticamente todos los demás.
- Desde el comienzo del gobierno de Macri se recuperaron o están en proceso de recuperación 37 empresas de diversos sectores y provincias, con 1240 trabajadores/as en total.
- El 38% de las ERT se encuentra en niveles de producción menores al 30% de su capacidad instalada.
- Hay por lo menos 19 ERT totalmente paralizadas por la incapacidad de afrontar los costos de la producción, por la ausencia de mercado para sus productos o por cortes de electricidad o gas.
Javier Antivero, coordinador del programa que elaboró el informe, explica a Canal Abierto que las nuevas empresas recuperadas “rompen con una tendencia que se veía en los relevamientos anteriores: aunque las metalúrgicas siguen siendo la mayor cantidad, en las nuevas no hay ninguna de ese rubro, y comienzan a aparecer empresas recuperadas relacionadas con los medios de comunicación, los servicios, etc.”
“El sector auto-gestionado está siendo vapuleado por las políticas del gobierno, la tendencia que vislumbrábamos se confirma y se profundiza, porque el impacto de la apertura de importaciones, la baja de salarios que repercute en el consumo de la población de muchos productos de las recuperadas que producen para el mercado interno, y los costos de la energía, fueron golpes tremendos para las ERT”, dice el Licenciado en Relaciones de Trabajo.
Otro dato a tener en cuenta para hacer una consideración completa de la difícil situación de las cooperativas de trabajadores es el retiro de prácticamente todos los programas de asistencia y subsidios que ofrecía el gobierno, que contribuyó a la pérdida de al menos 500 puestos de trabajo.
El relevamiento anterior ya advertía que el “debilitamiento de la clase trabajadora es un objetivo crucial para el gobierno, no solo con el objetivo de la baja de los costos laborales, sino para evitar la resistencia al conjunto de las medidas que exige el programa neoliberal. La reforma laboral que busca la precarización y la “flexibilización” con la complicidad de parte de la CGT, la ofensiva del Ministerio de Trabajo para quitarle personería a los sindicatos con simple inscripción gremial porque, según el propio presidente, “sobran sindicatos”, la reforma previsional, son políticas que afectan al conjunto de los trabajadores. Esto incluye también a los autogestionados, porque la baja de las condiciones de vida y la precarización de los asalariados afectan el conjunto de la actividad económica e influyen sobre la producción de las cooperativas de trabajo”
“En las empresas autogestionadas la forma de enfrentar estas situaciones es la baja colectiva de retiros en lugar de los despidos. De esta forma, se afronta la situación priorizando la fuente de trabajo sobre el ingreso. Sin embargo, en algunos casos esa situación, producto de la caída abrupta de la producción, provocó una disminución tal de los salarios que muchos trabajadores se van de la empresa en búsqueda de mayores ingresos”, dice el texto.
Antivero completa: “Desde el gobierno hay que olvidarse de la posibilidad de cualquier política pública hacia el sector, es un gobierno que ideológicamente no va a apoyar al trabajo auto-gestionado, pero desde otro punto de vista hay que destacar que todavía existen y se siguen recuperando empresas, y se está resistiendo y esperando lo que pueda venir en el futuro, un posible cambio de gobierno que retome un Estado más comprometido o al menos tolerante con este tipo de experiencias”.
“En movimiento esta fortalecido, la experiencia y la trayectoria le da capacidad de resistencia, el panorama es muy complejo, pero todavía hay capacidad de lucha”
Por último, el especialista de la UBA destaca: “Para nosotros la ERT son una estrategia valida, no solo para defender los puestos de trabajo, sino para demostrar que una economía alternativa u otra forma de organización económica donde no hay explotación hacia el interior, también es posible y puede moverse dentro del mercado capitalista, pero eso genera tensiones fuertes entre el derecho al trabajo y el derecho a la propiedad privada, y el capital reacciona frente a lo que ellos interpretan como un atropello hacia la propiedad privada”.