El grupo Fiat Chrysler Automobile (FCA) prepara el cierre del área de producción de cajas de cambio en su planta de Ferreyra, en Córdoba, lo que afectará de forma inmediata a 300 trabajadores de la planta, número que crece hasta un total de 1200 incluyendo los puestos vinculados. Golpe durísimo a la economía regional.
Las medidas tomadas por el gobierno macrista de aumento de retenciones y disminución de reintegros a la producción industrial durante el 2018, se sumaron a la recesión cada vez más profunda y están dejando un tendal en el sector automotriz.
En este marco, desde el grupo Fiat argumentaron que hace unos cinco meses Peugeot dejó de comprarles cajas, a lo que se sumó la caída de ventas en la Argentina, lo que implica una reducción de la producción del modelo Cronos que se fabrica en la planta cordobesa.
“La planta tenía sentido y lógica para 100.000 unidades de Cronos en el mercado y no para la mitad -señaló una fuente empresarial al diario La Nación-. Se analiza el reacomodamiento del personal que está en esa área. Producir 18.000 o 20.000 cajas al año no es sostenible”. En el marco de su línea editorial oficialista, La Nación esconde información y omite mencionar la inminente destrucción de puestos de trabajo.
Serían 300 operarios afectados directamente, pero alcanzaría hasta un total de 1200 trabajadores. “El poder multiplicador de empleo es 4 a 1, es decir, un puesto que se pierde en la terminal, directamente va a afectar a 4 a nivel proveedores”, declaró el titular de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba, Eduardo Borri, a Radio Universidad de Córdoba.
“Estamos realmente preocupados porque el año pasado se habían anunciado inversiones importantes y hoy en día estamos hablando del cierre de plantas”, manifestó Borri.
En el mismo sentido se expresó Leonardo Almada, secretario de prensa de SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor). “La situación es complicada y lamentable porque no tenemos algo a futuro. No hay proyectos, no hay interés por la industria, por la actividad productiva. En el caso de los trabajadores de SMATA tendríamos que hablar de que el 95% está afectado por suspensiones o despidos”, señaló en declaraciones consignadas por el portal InfoGremiales.
Además de FIAT, se suman las situaciones en PSA, que suspendió 1.000 personas y detuvo la producción por todo marzo (luego evaluará como sigue abril), Honda con 900 personas afectadas en Campana, Renault con más de 1.500 personas e Iveco con otras 900.
Volkswagen, por su parte, tiene 300 personas en la misma condición aunque explicaron que se debe al proceso de transición que están llevando adelante para fabricar en la planta la nueva Tarek.
El resto de las empresas también atraviesa una situación complicada, siendo Toyota la única que mantiene el ritmo de producción y no suspende gente, aunque sí cortó los turnos extra.