Ayer, el Tribunal Oral Federal 1 dio a conocer la sentencia por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención conocido como Sheraton. Nombrado así por los militares ante los “famosos” que pasaban entre los cautivos, funcionó entre el 30 de octubre de 1976 y octubre de 1978 en la Comisaría de Villa Insuperable, en Lomas del Mirador, provincia de Buenos Aires.
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que fue querellante en representación de la familia de Roberto Carri y Ana María Caruso, señalaron que se trata de la primera sentencia por crímenes cometidos en este centro clandestino de detención.
Los secuestros, torturas y homicidios que llegaron a este juicio fueron denunciados por sobrevivientes y familiares en 1984, pero su investigación se frenó con el dictado de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Es la primera vez, también, que un tribunal condena a miembros del Grupo de Artillería n° 1 de Ciudadela por delitos de lesa humanidad.
Los militantes Roberto Carri y Ana María Caruso fueron secuestrados el 24 de febrero de 1977, en Villa Tesei, Morón, y fueron retenidos por la dictadura genocida en el Sheraton por lo menos hasta fines de diciembre de 1977. Eran integrantes del área de Prensa de la Zona Oeste de Montoneros, en la provincia de Buenos Aires y se los conocía como Coco y Sarita. Hasta el día de hoy permanecen desaparecidos.
El tribunal condenó a los genocidas Manuel Antonio Luis Cunha Ferré, Roberto Obdulio Godoy y Juan Alfredo Bataffarano por los delitos de privación ilegal de la libertad y torturas de Roberto y Ana María; a Rodolfo Enrique Godoy, por sus secuestros.
Roberto Obdulio Godoy fue condenado a 25 años por secuestros, torturas y los homicidios de Carlos Alberto Hobert y Graciela María Maliandi. José María Mainetti fue condenado a 20 años, por los mismos homicidios. Cunha Ferré y Rodolfo Enrique Godoy fueron condenados a 20 años de prisión por secuestros y torturas. Todos integraban el Grupo de Artillería n°1 “General Iriarte” de Ciudadela, de la que Rodolfo Enrique Godoy era segundo jefe y jefe de la plana mayor de esa unidad.
Bataffarano fue condenado a 11 años. Era subcomisario de Villa Insuperable y como tal, no sólo cedió el espacio de la subcomisaría sino que aportó el personal necesario para la custodia de las personas secuestradas. Su presencia cumplió una función extra: dar la apariencia de que ese destacamento era una subcomisaría y no un centro clandestino de detención. Al igual que el ex subcomisario Leopoldo Luis Baume -condenado a 8 años- lo encontraron responsable de privaciones ilegales de la libertad y torturas.