El 2019 puede marcar un nuevo récord en el índice de precios.
La inflación de julio se desaceleró al 2,2%, la menor de todo el año, informó ayer el Indec, pero volverá a dispararse en agosto a partir de la abrupta devaluación ocurrida esta semana tras el contundente resultado de las elecciones primarias. En ese marco, las consultoras privadas ya empezaron a corregir al alza sus estimaciones para diciembre, a tal punto que para Elypsis alcanzará el 64%, superior al récord de 48% del 2018, la más alta desde el comienzo de la Convertibilidad en 1991.
“El impacto de la devaluación se sentirá en la remarcación precautoria de precios en todos los rubros. El efecto es directo e inmediato sobre rubros sensibles como energía, alimentos y medicamentos. En otros sectores (como electrónica, juguetería y muebles), muchas empresas aún no informaron los aumentos de precios que aplicarán, a la espera de volver a contar con un valor claro de referencia para el dólar”, justificaron desde la firma de Eduardo Levy Yeyati.
Es que a diferencia de otros episodios de suba abrupta en el tipo de cambio, la última parece haberse trasladado a los precios mucho más rápido que las anteriores, por lo que el IPC de agosto verá reflejadas las remarcaciones masivas de estos días.
En ese sentido, Elypsis consideró que “el Gobierno deberá renegociar los precios de las mercancías incluidas en los programas Precios Cuidados y Precios Esenciales para cubrir los mayores costos de las firmas adheridas y evitar su desabastecimiento”.
“Debido a la fuerte devaluación que comenzó inmediatamente después de las PASO, el nivel de julio se convierte en piso”, planteó la firma LCG en un reporte. “Esperamos registros no menores a 5,5% en agosto, donde el aumento de precios impactará a partir de mediados de mes, y fuerte arrastre hacia septiembre”, advirtieron.
“En la medida que el dólar vuelva a estabilizarse y vuelva a ser un ancla nominal, nuestra proyección de inflación se ubica en torno al 55% anual”, puntualizó la consultora fundada por Martín Lousteau.
En tanto, desde ACM fueron algo más cautelosos: “aún en condiciones monetarias muy restrictivas, durante los meses siguientes esperamos que la inflación oscile entre 3% y 5%”. En ese sentido, coincidió en que en julio “se ha llegado a un piso y la devaluación del 25% de esta semana generará un rebrote similar al de mediados del año pasado, pudiendo finalizar el año con una inflación superior al 50%”.
Por el contrario, otros analistas privados ya descontaban que el alza de precios llegaría al 50% sin esta última corrida, por lo que el IPC superará ampliamente el 60%, siempre y cuando no ocurra ningún otro episodio de volatilidad en el tipo de cambio como el de esta semana, que hoy pareció amainar.
En lo concreto, durante julio la comparación interanual alcanzó el 54,4% y el acumuló desde enero 25,1%. El dato mensual marcaba el sendero descendente iniciado en marzo, con el que el Gobierno pensaba convencer a los votantes que le dieron la espalda domingo, aunque siempre en un nivel superior al que tenía antes de que se iniciara la corrida del año pasado.
Lo que más subió fue Salud con un 4,1% (acumuló 64% en un año), seguido de Recreación y Cultura con un 3,9% y Restaurantes y Hoteles con un 3%. Por su parte, equipamiento y mantenimiento del hogar avanzó 2,5%, Alimentos y Bebidas 2,3% y Vivienda 2,2%.
Por su parte, Comunicación y Prendas de vestir y calzado fueron los de menor aumento, con un 0,2% y 0,3%, respectivamente.