La violencia machista es otra pandemia

El próximo 3 de junio habrán pasado cinco años de la primera movilización masiva en Argentina exigiendo al Estado respuestas ante el incremento de los femicidios y travesticidios en nuestro país. Según el registro nacional de femicidios del observatorio Mujeres, Disidencias, Derechos Mumalá, entre el 1 de enero y el 30 de mayo se cometieron 124 femicidios y 2 travesticidios y, desde el comienzo de las restricciones de circulación por COVID19, hubo 61 femicidios, uno cada 29 horas. La violencia machista es la otra pandemia que los Estados no deben ignorar.

Ante la ausencia de datos oficiales actualizados, las organizaciones feministas y de la disidencia sexual elaboran sus datos. Desde el 3 de junio de 2015 hasta nuestros días y a partir del análisis e información publicada en medios de comunicación, el observatorio Mujeres, Disidencias, Derechos de la organización Mumalá ha registrado un total de 1440 femicidios, directos, vinculados y travesticidios, en el país.

Hoy, en el marco de una crisis sanitaria inédita y una profundización de las desigualdades, el impacto sobre la vida cotidiana de mujeres y disidencias sexuales es alarmante. Las organizaciones denuncian además que, en contexto de aislamiento obligatorio, las violencias y peligros sobre la salud y la integridad de las vidas de mujeres, niñeces y personas de la comunidad LGTBIQ+ se han incrementado.

“A pesar de las históricas demandas y reivindicaciones, de retrocesos y avances en el abordaje de los derechos de las mujeres y disidencias, siguen sin desplegarse presupuestos y políticas acordes a la dimensión de la emergencia. Hoy, igual que en aquel 3 de junio de 2015, exigimos al Estado que priorice recursos para la atención integral de mujeres e integrantes del colectivo LGBTIQ+ y promoción de políticas públicas para prevenir, sancionar y erradicar las violencias”, expresan desde el Observatorio.

Entre los datos más relevantes, el informe destaca:

– De 140 muertes violentas de mujeres, 124 fueron femicidios, 2 de ellos travesticidios.

– Un femicidio cada 29 horas.

– Tucumán es la provincia con más femicidios del país de acuerdo a las tasas provinciales.

En el contexto de pandemia COVID 19:

– Se produjeron 61 femicidios.

– 151 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre.

– El 20 % de mujeres víctimas de femicidio había denunciado a su agresor previamente, el 10% tenía alguna medida de protección.

– El 68% de los femicidios se produjeron en la vivienda de la víctima o la vivienda que ésta compartía con el agresor.

Vínculo con el femicida: el 87 % de los femicidas estaba del círculo de confianza o conocido de las víctimas

Pareja: 42%
Ex pareja: 26%
Familiar: 17 %
Conocidos: 2%
Desconocidos: 9%
Sin datos: 4%

Modalidad del femicidio

Arma blanca: 23%
A golpes: 23%
Arma de Fuego: 21%
Asfixia: 12 %
Incineramiento: 12%
Otras: 7% de las víctimas fueron torturadas, envenenadas, caídas de altura.
Sin datos: 2%

Lugar del femicidio: el domicilio de las mujeres y disidencias sexuales sigue siendo el lugar más inseguro.

Vivienda de la víctima: 37%
Vivienda compartida c/ el victimario: 28%
Vía pública: 15% de los femicidios
En la vivienda de un familiar: 7%
Descampado: 5%
Propiedad privada: 5 %
Otros (hotel, trabajo de la víctima, etc): 3%

Edad de víctimas
De 0 a 12 años: 8 %
De 13 a 15 años: 1 %
De 16 a 18 años: 4 %
De 19 a 40 años: 54 %
De 41 a 60 años: 25 %
Más de 60 años: 8 % .

Otros datos

– 20% de mujeres víctimas de femicidio había denunciado a su agresor previamente. El 10% tenía restricción de contacto o perimetral, el 2% botón antipánico.

– el 58% de las víctimas tenía hijos/as.

– 14% de los agresores se suicidó, y el 7% lo intentó.
– 9 % de los femicidas está prófugo.

– 9% de los femicidas asesinó a más de una víctima.

– 5% de las víctimas estuvo desaparecida.

– 2% de los femicidas pertenecía a alguna fuerza de seguridad

– El 50% de los femicidios vinculados de niñes y adolescentes tenían entre 0 y 15 años

Incluso antes de que existiera el COVID-19, la violencia machista era una de las violaciones de los derechos humanos más flagrantes. Con el avance de la pandemia, estas violencias no cesan y se exacerban con el aislamiento obligatorio. A 5 años de la primera marcha las organizaciones exigen que se implemente de manera urgente los recursos vinculados al acceso rápido y efectivo a la Justicia, autonomía económica de víctimas, acompañamiento real a niñes y familiares de víctimas de femicidios, fortalecimiento de Áreas de atención en provincias y municipios.


Fuente: http://www.andaragencia.org/la-violencia-machista-es-otra-pandemia/

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