“Si mi compañero no zafa, esta noche sos boleta”. Alan (17), el pibe internado en el Hospital Provincial Virgen del Carmen después de la tremenda golpiza que le dió el policía bonaerense Jorge Rodríguez, fue amenazado ayer por un efectivo vestido de enfermero.
Cuando decimos que no es un policía sino toda la institución, estamos definiendo lo que se observa en lo cotidiano. En estos meses, una de las fuerzas que parece empecinada en darnos la razón una vez más, es la policía bonaerense a cargo del ministro de Seguridad Sergio Berni.
Mientras seguimos buscando a Facundo Astudillo Castro, visto por última vez subiendo a un patrullero de la bonaerense en Mayor Buratovich, en Zárate, “Tato” (cómo le dicen a Alan en su familia) sigue internado en grave estado después de que Rodríguez le pegue con la cadena para atar la moto hasta generarle hemorragias internas y un hematoma subdural, para luego tirarlo en una zanja. El jueves último, gracias a la presión de la familia y amigxs detuvieron al policía bajo la carátula de “Homicidio agravado por tratarse de efectivo de la fuerza de seguridad en grado de tentativa”.
En el día ayer, mientras Alan se encontraba en su habitación recuperándose de las lesiones sufridas, un policía de la misma fuerza que Rodríguez ingresó en su habitación vestido de enfermero y lo amenazó. La reacción inmediata del pibe fue arrancarse toda vía conectada a su cuerpo y salir corriendo del hospital hacia su casa. En el camino, un amigo suyo lo encontró y lo ayudó a llegar. Una vez en su casa, Tato le contó a su familia por qué no quería volver al hospital. El oficial que se metió en su habitación me dijo que si su compañero no era rápidamente liberado, él “era boleta”. Finalmente, lograron convencerlo de regresar al hospital, dado lo delicado de su estado, y con permanente compañía de su familia, a pesar de las dificultades que genera la pandemia.
Testimonio de Juan Jesús Lopez, tío de Alan.
Vecinxs y algunos medios locales dan cuenta de la impunidad con la que la policía bonaerense se maneja en el barrio, principalmente Rodríguez Otros medios eligen directamente levantar la versión policial, que como siempre ponen el foco, mentiras mediante en ocasiones, en el comportamiento de la víctima. Sin embargo, las cifras, por frías que parezcan, evidencian que la grave situación de Alan no es un hecho aislado: en lo que va de la cuarentena hemos reportado 71 casos de asesinatos del aparato represivo estatal, de los cuáles encabeza esa lista la policía bonaerense con 21 de ellos, sin contar los innumerables hechos de hostigamiento que hemos denunciado en nuestros reportes.
El gobernador Axel Kicillof y el ministro de Seguridad Sergio Berni son responsables de esta situación. Y para colmo, cómo si esto no fuese suficiente, la semana pasada se anunció el envío de fuerzas federales a distintos barrios a partir de un trabajo conjunto con el ministerio de Seguridad nacional. Ante este escenario, repetimos una vez más lo que hemos denunciado desde aquel 20 de marzo en adelante: la solución a la pandemia no es la represión.
Fuente: http://www.correpi.org/2020/zarate-la-bonaerense-que-desaparece-tambien-hostiga-golpea-y-amenaza/