El General José de San Martín, el cruce de los Andes y 204 años de negación mapuche-pehuenche

Con motivo del 17 de agosto, día que se conmemora la muerte del General José de San Martín, este articulo establece la importancia que tuvo la ayuda de los caciques indígenas pewuenche-mapuche para con el “padre de la patria” durante su gesta heroica, el Cruce de los Andes, y cómo la historia conservadora mitrista ocultó y tergiversó este hecho fundamental.

16/08/2020

Se aproxima otro 17 de Agosto y es momento de reflexionar sobre el General San Martín, prócer de nuestra patria. Sin duda uno de los momentos centrales de su gesta patriótica, es el “cruce de los Andes”, momento decisivo para la libertad e independencia de Argentina, Chile y Perú. Se trata además de uno de los hitos del “gran relato” en la construcción nacional, el que se estudia desde los primeros niveles de escolarización, por lo cual está muy presente en la memoria colectiva del país.

A partir de nuestro trabajo con pueblos originarios y en particular el grupo mapuche desde hace décadas, deseamos poner de relieve en estas líneas, cómo en este destacado hecho histórico, el “padre de la patria” se valió de la ayuda de los caciques indígenas pewuenche-mapuche, quienes desde ya conocían en detalle los diversos pasos cordilleranos de los Andes, ya que además se trataba de su territorio. No obstante, la historia conservadora mitrista, y seguidores de la misma de corte racista y pro-europea no solo ocultó sino que también tergiversó este hecho fundamental, así como otros datos nodales de los intercambios del principal prócer de nuestra patria con los líderes indígenas (Trinchero et al., 2018 -1- y Moyano, 2015 -2-).

Este es el eje central que deseamos abordar en este breve artículo, que forma parte de nuestro trabajo habitual de visibilización y denuncia en relación a los prejuicios, falacias y ocultamientos del lugar que ocuparon y ocupan en la historia nacional los pueblos originarios –en este caso particular los pueblos mapuche-pewenche-. Es así que reiteradamente sectores dominantes de nuestra sociedad y en especial muchos de los grandes medios de comunicación, se ufanan en negarles a estos pueblos sus derechos reconocidos constitucionalmente.

Trasladémonos a 1816, hace 204 años. Tal como describe el polítilogo y periodista Adrián Moyano (3), en el mes de septiembre de dicho año el General Don José de San Martín le escribió a Juan Martín de Pueyrredón -Director supremo de las Provincias Unidas-:

“He creído del mayor interés tener un parlamento general con los indios pehuenches, con doble objeto, primero, el que si se verifica la expedición a Chile, me permitan el paso por sus tierras; y segundo, el que auxilien el ejército con ganados, caballadas y demás que esté a sus alcances, a los precios o cambios que se estipularán: al efecto se hallan reunidos en el Fuerte de San Carlos el Gobernador Necuñan y demás caciques” (4).

De este párrafo, como de múltiples datos históricos, surgen diversos datos clave, tal como lo analiza en detalle Moyano (2015) (5). Por un lado, San Martín reconocía expresamente que para el cruce de los Andes que proyectaba, debía atravesar espacios territoriales que pertenecían al grupo indígena pewenche. Pero a la vez acá hay un dato no menor: se trataba de una instancia política distinta a la hispano-criolla rioplatense o chilena. Por ello precisamente era necesario “parlamentar” con sus autoridades. A la vez, queda en evidencia la importancia que San Martín le atribuía a sus conversaciones con los pewenche, ya que no envió un emisario hacia la frontera a cumplir su cometido, sino que acudió él en forma personal.

En efecto, el 15 de Septiembre de 1816 tuvo lugar el Parlamento en San Carlos al cual acudieron 2000 indígenas pehuenche, encabezados por unos cincuenta caciques y capitanejos a la cabeza del cacique Neycuñán (El Orejiverde, 2016) (6). Los parlamentos fueron acompañados de ceremonias, rituales y celebraciones que duraron entre seis y ocho días. San Martín compartió con los pehuenches el sentarse en círculo a la usanza indígena, mirándose a la cara entre todos, y respetando el símbolo ancestral de la totalidad (Ídem, 2016). El segundo parlamento fue a fines de ese año, esta vez en el Campamento del Plumerillo, donde se confirmaron las alianzas de septiembre para el resguardo de los pasos del sur de Chile, antes del cruce de los Andes (El Orejiverde, 2016) (7).

Debe destacarse que esta actitud sanmartiniana hacia los pueblos pewuenche intenta, consiguiéndolo, una vuelta de hoja respecto a relaciones interétnicas poco promisorias entre indígenas y criollos en la frontera ya que estas se caracterizaban hasta ese momento por acusaciones mutuas de traición e incumplimiento de acuerdos. La grandeza de San Martín y su firme de reconocimiento hacia los pueblos originarios en el sentido de hacerlos partícipes de la gesta libertadora, marca entonces su calidad de estadista frente a los pequeños intereses privados prevalecientes (8).

El otro dato absolutamente central y que refuerza lo que venimos argumentando, es que el poncho que se conserva en el Museo Histórico Nacional de la Ciudad de Buenos Aires (ver foto adjunta), una prenda excepcional por sus características -y que perteneció a San Martín- es de innegable origen mapuche. Precisamente le fue obsequiado por los pehuenches de Mendoza en ocasión de los famosos parlamentos de 1816. Esto va en línea con lo reflejado por el general Miller en sus memorias, quien señala “…consagraron un día al cambio de los presentes. Cada cacique regaló al general un poncho hilado, tejido y hecho por sus mujeres” (en El Orejiverde, 2016).

Fuente: Museo Histórico Nacional (9)

El análisis de ciertas características de este poncho mapuche, brinda datos reveladores, a partir del análisis específicos como el efectuado por Pedro Mege (1998) (10), quien señala que por sus colores y figuras se trata del poncho de un “lonko” o cacique. De manera tal que cuando los mapuches-pehuenche se lo regalaron estaban reconociendo en San Martín a un cacique, a un “conductor”. Así lo señalan las organizaciones pehuenche-mapuche actuales (11).

Por otra parte, el en ese entonces gobernador de Mendoza y comandante del ejército libertador le ofrece a su interlocutor principal el cacique Neycuñan “una media levita de panete encarnado con su galón” (2020:86), en reconocimiento también por la participación activa Pewenche en la lucha contra los realistas (en particular, por la captura del coronel realista Huici) (12).

Los pehuenches constituyen una parcialidad -entre otras, como por ejemplo los “Huilliche”- del pueblo originario mapuche, uno de los principales grupos indígenas de nuestro país. Como recién señalamos, los actuales referentes mapuche-pehuenches de Mendoza recuerdan este hecho, remarcando su respeto hacia el General San Martín y agregan una serie de datos presentes en la memoria comunitaria que se pueden consultar en diferentes fuentes (13).

En el mapa adjunto del año 1812 (es decir 4 años antes de los mencionados parlamentos entre el General San Martín y los cacique mapuche-pehuenche) se observa en la actual provincia de Mendoza, la mención a diferentes parcialidades indígenas como Pewunche, pero también Picunches, Moluches y Huiliches.

Fuente: La Plata. Drawn under the direction of Mr. Pinkerton by L. Hebert. London. 1812 (parcial). Fuente

San Martín, perteneció a una generación de patriotas que concibió una nación plural que incluyera a los grupos indígenas (ElOrejiverde, 2016; Moyano, 2015). De hecho, la exclusión de estos pueblos del proyecto de nación fue posterior. Fue obra de los mismos sectores, que a través de la historia promovieron la matriz conservadora, eurocéntrica y etnocéntrica. Esta visión que empieza a predominar a partir de las últimas décadas del Siglo XIX, tendió a invisibilizar la participación decisiva de los pueblos indígenas en un hecho tan trascendental de nuestra historia, entre tantos otros.

A partir de lo analizado en estos párrafos, concluimos que hubiera sido inimaginable la campaña sanmartiniana de liberación del yugo colonial sin la participación activa del pueblo mapuche. Aparte de ser un gran estratega militar, o tal vez por ello, el General J. de San Martín supo desde el comienzo de la conformación de su ejército libertador sobre la necesidad de incorporar los profundos conocimientos que los pueblos indígenas cuyanos y patagónicos acerca de la escarpada geografía andina, de sus pasos, de sus secretos, como así también de las habilidades ecuestres de nuestros paisanos (14).

Al mismo tiempo, cabe remarcar que la historiografía colonizante pretende olvidar al significado del sol inca en nuestra bandera nacional. Para el General Manuel Belgrano representaba un hecho imprescindible la incorporación de los pueblos indígenas en la construcción de la patria naciente.

Por ello, entendemos que resulta una tarea pendiente indagar sobre los cambios producidos en la organización de la nación argentina posteriores al rosismo (en relación a Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires entre los años 1929-1932 y 1935-1952) y cómo se fue reconfigurando la relación con los pueblos indígenas. Ya que en los años posteriores, luego de embarcarse en la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870), el Estado argentino apuntó toda la artillería al avance definitivo sobre los territorios tradicionalmente ocupados por los pueblos originarios, las fronteras “interiores”, lo que devino en la negación y estigmatización indígena (15).

En definitiva, como podemos observar, la participación del pueblo originario mapuche -y una de sus parcialidades como es la pehuenche- ha sido clave en parte del proceso de independencia nacional. Pero la negación de esta presencia en la historia erigida como “oficial” resulta fundamental en pos de negar su carácter de pueblo ancestral y reforzar la presunta “externalidad” a la conformación nacional. No alcanzó con ello. A medida que sus territorios fueron cada vez más valorados por los hacendados bonaerenses, se construyó la imagen del mapuche como supuesto “extranjero”, como un presunto “invasor” chileno, a partir de toda una serie de falacias, tergiversaciones y negaciones, algunas de las cuales fueron analizadas aquí.

Hugo Trinchero es Investigador Principal del CONICET y Prof. Titular FFyL-UBA

Alejandro Balazote es Prof. Titular FFyL-UBA y Prof. Titular UNL

Sebastián Valverde es investigador Independiente del CONICET/ICA-FFyL-UBA. Docente FFyL-UBA y UNLu.

Notas al pie

  1. Trinchero, Hugo; Balazote, Alejandro; Radovich, Juan Carlos; Castilla, Malena; Engelman, Juan; Valverde, Sebastián. “Pueblos indígenas en argentina: fronteras históricas y contemporáneas”. En: Adriana Kirchof de Brum Tomaz Espósito Neto Alaerte Antonio Martelli Contini (Organizadores). Desenvolvimento para além das Fronteiras: diálogos sobre aspectos sociais, culturais y regionais – 1. ed. – Curitiba: Appris, 2018. Pp. 91-126.
  2. Moyano, Adrián (2015). San Martín y su respeto hacia los pewenche. Diario “El Cordillerano”, 14/08/2015. https://www.elcordillerano.com.ar/noticias/2015/08/14/51318-san-martin-y-su-respeto-hacia-los-pewenche
  3. Trinchero, Hugo; Balazote, Alejandro; Radovich, Juan Carlos; Castilla, Malena; Engelman, Juan; Valverde, Sebastián. “Pueblos indígenas en argentina: fronteras históricas y contemporáneas”. En: Adriana Kirchof de Brum Tomaz Espósito Neto Alaerte Antonio Martelli Contini (Organizadores). Desenvolvimento para além das Fronteiras: diálogos sobre aspectos sociais, culturais y regionais – 1. ed. – Curitiba: Appris, 2018. Pp. 91-126.
  4. Carta de San Martín al Gobierno de Buenos Aires en Gerónimo Espejo, El paso de los Andes, Buenos Aires, Kraft, 1953, págs. 301/2, citado en Pag 305, Carlos Martínez Sarasola, “Nuestros paisanos los Indios” [1992], 2011, Editorial Del Nuevo Extremo S.A. Mantenemos la cita textual, atendiendo a usos del lenguaje por aquel entonces. También reproducido en Moyano (Op. Cit. 2015).
  5. Moyano (Op. Cit. 2015).
  6. “Necesito licencia de ustedes que son los dueños del país” (2016). ElOrejiverde, Fecha: 15/8/2016. http://www.elorejiverde.com/el-don-de-la-palabra/1639-necesito-licencia-de-ustedes-que-son-los-duenos-del-pais
  7. Op. Cit.
  8. Más información puede consultarse en la obra de Ricardo Rojas “El Santo de la Espada” (en Martínez Sarazola, 1992 y Moyano, 2015).
  9. Poncho mapuche En esta nueva entrega, les acercamos el Poncho mapuche que perteneció al General José de San Martín. Museo Histórico Nacional. https://museohistoriconacional.cultura.gob.ar/noticia/detalles-para-ver-v/
  10. Mege Pedro; “La Manta del Libertador: Legado de la Expresión Textil Mapuche” en “Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino”, Santiago de Chile, Nº 7, 1998. http://boletinmuseoprecolombino.cl/wp/wp-content/uploads/2015/12/bol7-05.pdf
  11. Ver al audiovisual “San Martín y los Pehuenches – Cruce de los Andes”, 28 nov. 2017. https://www.youtube.com/watch?v=fItBKYswcbM
  12. Vilariño, Martín R. (2020). Reactualizando alianzas al pie de la Cordillera de los Andes: el parlamento de 1816 entre pehuenches y patriotas» Memoria Americana. Cuadernos de Etnohistoria 28.1 (Junio 2020) [74-91]. http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/MA/article/view/7645/7333
  13. Idem
  14. Ver Trinchero, et al. 2018 (Op. Cit.)
  15. Ver Trinchero, et al. 2018 (Op. Cit.)
  16. Ver Trinchero, Hugo (2000). Los Dominios del Demonio Civilización y Barbarie en las fronteras de la Nación. Buenos Aires: EUDEBA

Fuente: http://enloprofundo.com/2020/08/el-general-jose-de-san-martin-el-cruce-de-los-andes-y-204-anos-de-negacion-mapuche-pehuenche/

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