El pasado 17 de septiembre el Tribunal Oral Federal 1 platense, en su versión integrada por los jueces Ricardo Basílico, Alejandro Esmoris y Nelson Jarazo, decidió disponer el pase del expediente por el CCDTyE “El Infierno” a la versión del mismo TOF que juzgará los crímenes cometidos en los Pozos de Banfield y Quilmes, que dará inicio el 27 de octubre próximo. Desde Justicia Ya La Plata celebramos la unificación de las causas para la realización de un solo juicio oral, pero no dejamos de señalar el conjunto de dilaciones que vienen sufriendo los procesos contra los genocidas en La Plata y en todo el país.
Demoras y más demoras
En el debate por “El Infierno” iban a ser juzgados el Director de Investigaciones Miguel Osvaldo Etchecolatz, el ministro de Gobierno Jaime Smart, el director de Investigaciones “Zona Metropolitana” Juan Miguel Wolk y el cabo de guardia de la Brigada, Miguel Ángel Ferreyro. Excepto Ferreyro los otros reos también serán juzgados por los CCD de Banfield y Quilmes desde el 27 de octubre próximo, de manera que el emprolijamiento judicial viene de algún modo a ordenar lo que no se contempló en instrucción. El debate único se realizará entonces ante los jueces Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y el propio camarista Ricardo Basílico.
Desde Justicia Ya! hemos opinado en el expediente que la unificación resulta procedente siempre y cuando se mantenga como fecha de inicio la ya determinada para el 27 de octubre de 2020. Pero además sostuvimos que la fragmentación de las causas de lesa humanidad no hace más que perpetuar la impunidad y a su vez desvirtúa la magnitud de lo que fue el plan genocida. Es lo más lógico unificar las causas donde existe estrecha conexidad, como en este caso donde 3 de los imputados están siendo juzgados tanto en “Infierno” como en la “unificada Banfield-Quilmes” y 17 víctimas del CCD de Avellaneda también lo son del otro expediente.
Por lo demás nuestra querella está encabezada por la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, de quien fuera integrante hasta su fallecimiento Nilda Emma Eloy y cuyo testimonio dio origen a esta causa. Fue justamente la demora que sufrió este expediente lo que tiene como consecuencia que Nilda ya no esté presente para poder ser parte del juicio.
El pasado 28 de agosto, y a solo una semana de la fecha acordada para el inicio del juicio oral, la causa por “El Infierno” había sido puesta en suspenso por el TOF 1 –versión Basílico, Esmoris y Jarazo- que paralizó el comienzo del debate excusándose en la situación de salud del imputado Miguel Ángel Ferreyro, sobre quien se pretende dictar la incapacidad sobreviniente. El tribunal informó a las partes que como el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema había indicado que el estado de Ferreyro “no encuadra dentro de los parámetros considerados como normales desde la perspectiva médico legal” y que “teniendo en consideración la demora que razonablemente insumirá el abordaje y tratamiento de esta nueva circunstancia” daba por suspendido el inicio del juicio oral acordado para el lunes 7 de septiembre. Al margen de la maniobra del represor, resulta inadmisible que el tribunal haya decidido suspender el inicio del juicio por la situación particular de uno de los imputados, siendo que en casos similares pero en otras causas, y donde se ha objetado la incapacidad del inculpado, el mismo tribunal ha decidido dar prioridad a la continuidad del proceso y luego resolver la situación del reo. Ahora decidió una unificación tardía como mal menor ante la tardanza generalizada.
Como venimos expresando hace tiempo los juicios a los genocidas en La Plata vienen sufriendo un escenario de dilaciones y postergaciones inaceptable. Este año la excusa de la pandemia del Covid-19 hizo demorar la sentencia en la causa por la Brigada de Investigaciones de San Justo, debate iniciado hace más de dos años, así como demorar el inicio de los debates por los CCDTyE Pozo de Banfield-Pozo de Quilmes y “1 y 60”.
Pero la demora en la causa “Infierno” tuvo ribetes impensados. A comienzos de septiembre el abogado de los genocidas Etchecolatz, Wolk y Ferreyro, Gastón Barreiro, pidió que por razones de conexidad objetiva y subjetiva el tribunal se inhiba de intervenir y decline su competencia para que la causa se unifique con la de Banfield-Quilmes. No casualmente el planteo coincidió con los reclamos realizados desde hace tiempo por varias de las querellas de los organismos de Derechos Humanos en esta y otras causas para desactivar la tardanza del Estado en concretar los debates orales contra los genocidas. Pero en este caso fue realizada por el defensor sólo para ganar tiempo, entorpecer con ello el inicio de dos juicios al mismo tiempo y buscar mayor impunidad.
El primer tramo de la causa por los crímenes del Pozo de Banfield fue elevada a juicio en marzo de 2012, es decir hace más de 8 años, y debe ser uno de los expedientes de lesa humanidad que más tiempo ha tardado en ser iniciado como debate oral en toda las jurisdicciones federales del país. A ese primer tramo se le sumó luego la elevación a juicio en 2015 de los delitos cometidos en el Pozo de Quilmes, más tarde un segundo tramo por Banfield en 2017, este con mayor cantidad de imputados que el primero, y la elevación pendiente por el represor prófugo Julio Candioti en 2018. De esta manera la causa, hoy denominada “Unificada Banfield-Quilmes”, quedó a disposición del TOF 1 platense hace años. Entre la lenta instrucción del expediente y la espera con las causas elevadas a juicio hubo episodios para todos los gustos: el jefe del Pozo de Banfield, el represor Juan Miguel Wolk, se profugó un tiempo con ayuda de su hija policía, el médico Héctor Vidal se escondió de la indagatoria en un entretecho de su propia casa, se otorgaron domiciliarias, se vencieron prisiones preventivas y varios responsables de la jerarquía militar como Héctor Gamen murieron impunes.
Respecto a la “unificada Banfield-Quilmes” ni siquiera hubo buena disposición de la versión del TOF 1 que en audiencia preliminar de comienzos de 2020 había dictado la fecha del 5 de mayo para el inicio del juicio. Los jueces Eduardo Farah, Venditti y Rodrígez Eggers habían planteado que se les complicaba viajar dos o tres veces a La Plata para las audiencias y manifestaron su voluntad de realizar el debate en San Martín y hasta dirigirlo a la distancia por videoconferencia. Esto antes de la pandemia del Covid-19. La negativa total de las querellas dio vuelta esa postura mezquina de los jueces, luego corroborada con el apartamiento de Farah en junio pasado. Según el doctor Farah venir a presidir el juicio implicaba “retacear significativamente” la compañía que pudiera darle a su madre enferma y la “contribución a su tratamiento y a la contención personal que ella misma reclama”. Finalmente Farah fue reemplazado por el juez Andrés Basso, a su vez sustituido a fines de julio pasado por el juez Basílico.
En definitiva en los procesos por los tres CCD, “Infierno”, Banfield y Quilmes, se pueden apreciar claramente las limitaciones de los juicios de lesa humanidad que se han realizado hasta el momento. Su desarrollo unificado será a 44 años de los hechos, garantizando la “impunidad biológica” para los genocidas, como también con falta de justicia para los compañeros y compañeras que murieron sin llegar a declarar en audiencia pública. En el camino de los tres expedientes se dejó de lado una inmensa cantidad de genocidas fuera del proceso como así también de víctimas que no fueron incluidas.
En estos años la justicia federal en su conjunto no ha escuchado el reclamo de 40 años de los familiares y víctimas sobrevivientes de Banfield, Quilmes y “El Infierno” que continúan buscando justicia por los suyos. Ni de los familiares que quedaron en el camino como Virginia Ogando, o las ex detenidas como Adriana Calvo y Nilda Eloy que dejaron parte de su vida en esos campos de concentración y no pudieron presenciar el debate y la condena aunque sea a un puñado de sus verdugos.
El CCD “Infierno”
El CCDTyE “El infierno” funcionó en pleno centro de Avellaneda, a dos cuadras de la avenida Mitre, en la calle 12 de octubre N°234, donde hoy funciona un Espacio Municipal de la Memoria. Por el lugar, sede de la Unidad Regional II de la Brigada de Investigaciones de Lanús (URIIBIL), pasaron más de 64 compañeros y compañeras entre julio del ’76 y noviembre del ‘78.
Además de iniciarse con el testimonio de la compañera Nilda Eloy de la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, que denunció haber sobrevivido a la privación ilegal de la libertad, torturas y delitos sexuales en este CCD, en diciembre de 2001, en el marco del Juicio por la Verdad la Cámara Federal de La Plata, se tomó declaración a Ferreyro, quien fue reconocido por Nilda por la voz como el cabo de guardia de “El Infierno”.
-Basta de dilaciones en los juicios a los genocidas.
-Por debates orales y públicos, cuidando la salud de los trabajadores de la justicia y de los testigos-sobrevivientes.
-Juicio y castigo a todos los genocidas y sus cómplices POR TODOS LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS.
-Cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas.
-No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
-30 MIL COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DETENIDOS DESAPARECIDOS PRESENTES!!!