El referente de la comunidad senegalesa fue entrevistado por Ana Cacopardo como parte de un ciclo de entrevistas realizado para visibilizar el código represivo que intenta imponer el intendente platense.
Cheykh Gueye, referente de la comunidad senegalesa en La Plata, fue entrevistado por la periodista Ana Cacopardo como parte de un ciclo de charlas para visibilizar las consecuencias del código de (in)convivencia que intenta aprobar el intendente Julio Garro. Cheykh hizo un recorrido por su historia de vida y su llegada a la ciudad, y al referirse al jefe comunal puntualizó en que le diría que “se saque el vestido del racismo y se porte como un dirigente responsable que tiene que estar para solucionar los problemas de las personas”.
La iniciativa fue organizada por el Festival por los Derechos de los Migrantes Senegaleses de La Plata, Chasqui TV, Centro Cultural y Político Awkache, Otra Óptica Foto Informes, SADO, Coordinadora Migrante de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP y la Dirección de Pueblos Originarios de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
Las entrevistas abordan la vida de referentes de distintos sectores de la ciudad que se verían afectados por las medidas represivas y restrictivas que establece el código del intendente Julio Garro. En particular, la comunidad senegalesa viene enfrentando el amedrentamiento constante por parte del gobierno municipal que intenta impedir que continúen con la venta ambulante. Tal es así que hace unos meses el municipio denunció, sin ninguna prueba, que los senegaleses eran uno de los eslabones de una red de trata y asociación ilícita.
“Le pediría al intendente que sea más abierto e intente dialogar con las comunidades para ver sus problemas, para ver cómo le buscan una salida y no como los acusan de redes criminales, los maltratan o violan sus derechos” expresó Cheykh. La política racista y xenófoba del municipio no sólo apunta contra los senegaleses, sino también contra todo tipo de venta ambulante, contra cartoneros, trabajadorxs sexuales, organizaciones sociales y políticas, centros culturales, entre otros.
“Cheikh migró por primera vez a los 26 años. Salió de Senegal y a bordo de una precaria patera cruzó el Mediterráneo y logró entrar a Europa por Tenerife. Junto con él también migraron sus hermanos. Y antes, lo habían hecho su padre y sus tíos. ¿Migrarán también sus hijos?” escribió la reconocida periodista Ana Cacopardo en su cuenta de Facebook y también expresó que la normativa de Garro “convierte en delito el trabajo de Cheikh. Un código racista, clasista y autoritario que busca criminalizar las distintas formas de supervivencia de la economía popular”.
La entrevista es muy rica y profunda, y logra visibilizar el recorrido que atraviesan muchos y muchas migrantes: el desarraigo, la pobreza, la discriminación, las dificultades para adaptarse a un idioma totalmente distinto y una nueva cultura, y la falta de empatía y políticas públicas por parte de la dirigencia municipal.