El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta está concentrando en un único “mega organismo” funciones y programas de control y ejecución de políticas públicas hacia la niñez y adolescencia en la Ciudad, para “mejorar la eficiencia”, entre otros argumentos.
“Mientras anuncian sus pomposas propuestas, más de 100 niñes siguen en lista de espera para ingresar a un hogar a pesar de las medidas dispuestas por el propio Estado” y “continúan cayéndose a pedazos los derruidos lugares de atención”, denunciaron desde la Junta Interna de ATE Promoción Social, señalando que se trata de “la política del cotillón y la propaganda orientada a reforzar los procesos de exclusión y de miseria”. En el distrito más rico del país, más del 50% de niñes y adolescentes son pobres.
Se trata de “reformas regresivas” que constituyen “un nuevo ataque hacia la infancia y la adolescencia en situaciones de vulnerabilidad y hacia quienes trabajamos diariamente en búsqueda de revertirlas”, aseveran las y los trabajadores del área en el comunicado que a continuación compartimos:
Reformas regresivas en el sistema de protección de derechos de niñes y adolecentes de la CABA.
Cambiar todo para que nada cambie.
En la última semana se confirmó el traspaso de programas y dispositivos pertenecientes a la Dirección de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat hacia el Consejo de Derechos de Niñas Niños y Adolescentes (NNyA), modificando así sustancialmente el sistema de protección integral de derechos. Pretender unificar en un mismo organismo las funciones tanto de control como de ejecución de las políticas públicas, implica un desconocimiento de las Leyes de Protección de niñas, niños y adolescentes.
De consumarse el traspaso se romperán los pilares estructurantes del paradigma que vino a instituir la Convención Internacional de los Derechos de Niñxs que buscaba descentralizar los organismos de aplicación de los programas específicos de las distintas políticas de protección integral. Ello, a fin de garantizar mayor autonomía y agilidad. El apego al nuevo paradigma permitió ir desarticulando el modelo imperante de patronato que consideraba a les niñes y adolescentes como “incapaces” y por lo tanto, objeto de tutela por parte del Estado, generando acceso a derechos a través de políticas públicas que permitan alternativas a la judicialización de la pobreza.
Sin dudas que el sistema de protección integral, a 20 años de su implementación, requiere ser revisado para poder ampliarlo, democratizarlo y mejorarlo. Sobre todo, después de más de 14 años de gobiernos del PRO en la Ciudad donde se han desfinanciado y deteriorado las políticas fundamentales para la promoción y acceso efectivo de derechos. Prueba concreta de esto, es el alarmante dato de más del 50% de niñes y adolescentes por debajo de la línea de la pobreza en el distrito más rico del país.
Compartimos comunicado de prensa a raíz de las reformas que está llevando a cabo el gobierno de @horaciorlarreta en el sistema de protección de derechos de niñes y adolescentes en CABA. pic.twitter.com/9TwHY9vuVT
— ATE Promoción Social (@ATE_PromSocial) February 5, 2021
La decisión por parte del GCABA que busca concentrar los programas, dispositivos y acciones del Estado en un mega organismo para la niñez y adolescencia se sostiene desde los argumentos clásicos del neoliberalismo: reducción del gasto público, eficientismo, flexibilización laboral y mercantilización de los derechos, continuando el ataque sistemático que viene sufriendo el sistema de protección integral en la Ciudad. Vaciamiento y privatización sostenidos también en áreas esenciales como Educación, Salud, Vivienda, Trabajo, Desarrollo Social, que redundan en un cuadro social preocupante para el futuro inmediato, en un contexto de crisis agravado por la pandemia.
Si el Gobierno de la Ciudad realmente tuviera interés de generar cambios progresivos, debería avizorarse en acciones concretas: ampliación de los presupuestos en los Ministerios estratégicos, fortalecimiento de los programas y los dispositivos de restitución y promoción de derechos, estabilidad laboral para quienes trabajan con las poblaciones más vulnerables.
Mientras anuncian sus pomposas propuestas de cambio, más de 100 niñes siguen en lista de espera para ingresar a un hogar a pesar de las medidas dispuestas por el propio estado, continúan cayéndose a pedazos los derruidos lugares de atención, adolescentes continúan en situaciones de explotación sexual para tener un lugar donde dormir o para poder comer ante la desidia estatal… Y continúa la desprotección en términos sanitarios ante la ausencia de un plan de vacunación frente al COVID tanto para las poblaciones y les trabajadorxs, y el retiro de los testeos serológicos. Cambiar todo para cambiar nada. La política del cotillón y la propaganda orientada a reforzar los procesos de exclusión y de miseria.
Desde la Junta Interna de ATE Promoción Social, advertimos que el traspaso de funciones del Poder Ejecutivo al Consejo de los Derechos de NNyA lejos de promover una lógica de ampliación de derechos y posibilidades, se constituye en un nuevo ataque hacia la infancia y la adolescencia en situaciones de vulnerabilidad y hacia quienes trabajamos diariamente en búsqueda de revertirlas.
Desde un compromiso activo en la lucha por los derechos de les trabajadores y el de las niñas niños y adolescentes, nos mantenemos en estado de alerta y convocamos a compartir un debate profundo con todos los actores del circuito de protección de derechos para robustecer y superar un sistema que está en crisis, y frenar la lógica de desguace estatal impulsada desde el GCABA.
Para todes, todos los derechos